Los inconformes sostienen que dicha propuesta representa una preocupación por el futuro de la justicia en México, ya que podría debilitar las estructuras encargadas de impartir justicia de manera imparcial.

Empleados del Poder Judicial marcharon por distintas calles hasta llegar a la Legislatura local, donde expresaron su rechazo a los cambios propuestos, argumentando que afectarán la autonomía e independencia de la institución.

Portando máscaras de burros, una del presidente Andrés Manuel López y la Diosa de la Justicia, con los ojos vendados, marcharon por la avenida, "encadenados" y dieron la vuelta para continuar hasta la avenida Miguel Alemán.

Parte de la protesta incluyó una carroza fúnebre con un ataúd encabezando la marcha contra la reforma avalada en la Cámara de Diputados y turnada a la de Senadores.

Exigieron la realización de un parlamento abierto en el Congreso local, argumentando que se trata de una reforma constitucional y por tanto, debe contar con el respaldo de los congresos estatales.

A la voz de “Todos somos Poder Judicial”, “Sí se ve, sí se ve, ese apoyo sí se ve” y “Si el pueblo se informa, no pasa la reforma”, expresaron que aunque el Senado aprueba la reforma, los congresos locales tienen la última palabra para detener este atropello a la independencia y autonomía del Poder Judicial Federal.