EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN
Francisco Alejandro Leyva Aguilar
X: @leyvaguilar
Cuando una sociedad
pierde a un ciudadano a manos de criminales, pierde igualmente un poco de su
esencia, pero cuando ese ciudadano es un periodista, entonces lo que se
sacrifica también es la democracia, porque los periodistas son garantes de la
misma y un asesinato de un comunicador, equivale a infundir miedo a la sociedad
en su conjunto. Vaya un abrazo y mis
más sinceras condolencias a la familia de Adriano Bachega, un colega
periodista de origen argentino y naturalizado mexicano que decidió vivir en la
Sultana del Norte donde a sus 53 años encontró un trágico final. Fue asesinado
dentro de su vehículo mientras circulaba por la avenida Lázaro Cárdenas en
Monterrey. Él fue redactor en jefe
del portal Diario Digital Online y hasta el momento se desconocen las causas
por las que los sicarios le quitaron la vida, pero una de las líneas de
investigación de las autoridades regiomontanas, es justamente su actividad
periodística. No tenemos ni dos meses
de que Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de la república y ya lleva
contabilizados 5 mil 33 homicidios dolosos que este fin de semana se
incrementaron por la guerra intestina entre cárteles de la droga en Sinaloa y
sus repercusiones en otros estados de la república. Un coche bomba estalló
ayer en Culiacán, mientras la guerra entre la llamada “chapiza” y la “mayiza”,
tiene al estado de Sinaloa completo bajo fuego y a sus ciudadanos sin poder
salir de sus hogares por temor a estar en el momento equivocado, a la hora equivocada,
en el lugar equivocado y volverse de esa manera, en un “daño colateral” y, por
tanto, parte de la estadística sangrienta que le heredó Andrés Manuel López a
su sucesora y marioneta Claudia Sheinaum. Con el asesinato de
Adriano Bachega, Claudia Sheinbaum ya suma dos asesinatos de periodistas en
menos de dos meses de gobierno y habría que recordarle a la presidente (con E),
que su antecesor y jefe, permitió el asesinato de 47 periodistas, muchos de ellos
que fueron hasta la mañanera a pedir auxilio por las amenazas de que fueron
objeto y ni así les otorgaron las medidas cautelares. Hubo otros de esos 47
que incluso contaban con medidas cautelares y aun así terminaron asesinados. El
casó más reciente fue el de Mauricio Cruz Solís asesinado el 19 de octubre de
este año en una de las zonas más peligrosas para ejercer el periodismo que es
Uruapan Michoacán donde gobierna el morenista Alfredo Ramírez Bedolla. Desde que la cuatroté
llegó al gobierno del país, México se ha convertido en uno de los países más
peligrosos para ejercer el periodismo toda vez que 2022 fue el año donde México
se convirtió en el país con más periodistas asesinados por cuarto año consecutivo,
según informes del colectivo artículo 19 y Reporteros Sin Fronteras (RSF). Los 47 periodistas que
perdieron la vida de manera violenta en el sexenio de López Obrador, no solo
fueron víctimas de las balas de la ignominia, sino también de la inacción del
gobierno y la precariedad de la profesión, destacó en un artículo RSF. Los reportes de
artículo 19, propublic y RSF, siguen refiriendo a México como el país con más
periodistas asesinados porque en lo que va de este sexenio ya han matado a dos,
en los dos meses que lleva de iniciado, pero la tendencia obviamente es a la
alza porque no solo los periodistas de nota roja, sino hasta los que escribimos
columnas, consigamos los hechos que se desarrollan en estados como Sinaloa,
Michoacán, Zacatecas, Guerrero, Chiapas, Oaxaca o Guanajuato donde el crimen
organizado tiene una presencia constante y amedrentadora. Hay clara evidencia de
las amenazas a reporteros y periodistas en estos estados de la república que ya
no saben a quién recurrir porque en muchos casos las mismas policías
municipales o estatales, están coludidas con el crimen organizado. Ejercer el periodismo
crítico y veraz entonces se ha convertido en una profesión de alto riesgo en el
que los comunicadores tienen que ponderar una de las preguntas más abyectas que
tengamos que cuestionarnos en estas épocas de la “transformación”: ¿Vale la vida una
nota?… en tiempos extraordinarios que merecen acciones extraordinarias, la
respuesta es sí, porque de cualquier manera, con la nota o con la vida, el
periodista busca hacer conciencia y formar opinión. Formar opinión en un México
autoritario y totalitario, es tan peligroso como consignar información del
narcotráfico. Le toca a Claudia
Sheinbaum hacer su chamba protegiendo lo único que queda de democrático en este
país que es la pluma de los periodistas libres, honestos y escrupulosos. @leyvaguilar Instagran: leyvaguilar_ Facebook: Francisco
Alejandro Leyva Aguilar