ZONA CRÍTICA
Ismael García M.
X: @May_Garcia_M_
Oaxaca, Oax., a 9 de
junio de 2025.- Fueron 24 días de paro de labores educativas. Poco más de tres
semanas en que, como en las jornadas violentas del 2006 y el 2016, los únicos
que perdieron fueron los alumnos. Fueron 24 días de
silencio y ¿complicidad? del titular del IEEPO, Emilio Montero Pérez, que
prefirió culpar a la Federación del incumplimiento con el magisterio de la
CNTE, antes que atender las demandas locales. Y fueron 24 días de
gritos, manotazos, vestiduras rasgadas, por parte de los líderes de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, mientras recibían
prebendas para no afectar la jornada de elección judicial. ¿O cómo se explica que
el pasado 1 de junio el magisterio reunido en la capital del país, y en el
resto de los estados con disidentes, no hubo absolutamente ninguna
manifestación para boicotear el proceso? ¿O cómo se explica que
ni siquiera ese día hubo pronunciamientos —ni ha habido— contra los comicios a
todas luces partidistas-morenistas? Es, como sucede
siempre, con el PRI, con el PAN, con el PRD, con Morena, con quien sea, al
magisterio de la CNTE no le interesa la educación; no le interesa la niñez. Le preocupa sí las
prebendas, el dinero constante y sonante, que cada sexenio vuelve ricos a sus
dirigentes, incluyendo algunos de Oaxaca. Y así ocurrió en este sexenio de la
llamada cuarta transformación. ¿OAXACA INTACTA? Como no lo hizo en el
sexenio del priista Alejandro Murat, ante carretadas de dinero a algunos
dirigentes magisteriales, en el gobierno de Salomón Jara Cruz volvieron los
paros de labores anuales de la Sección 22, o cada vez que se les ocurre, a
falta de trabajo político del IEEPO. El año pasado fueron
también tres semanas de protestas y bloqueos y cierre de vialidades y hasta
confrontaciones con grupos de choque, todo enfocado en Oaxaca. En este 2025, tres
semanas de paro de labores, con la diferencia de que todo fue enfocado a la
Ciudad de México, con demandas centrales como la abrogación de la Ley del
ISSSTE del año 2006. (¿Cómo es que, a un año
de la revuelta social con saldos fatales, el gobierno federal de Felipe
Calderón logró imponer dicha reforma? Eso no ha logrado explicar el magisterio
y sus líderes, siempre aferrados a luchar contra todo aquello que les afecte). Sí, es cierto, en este
lapso no tuvimos en Oaxaca afectaciones como marchas, protestas, cierre de
calles, “toma” de establecimientos comerciales ni nada parecido. Pero para el IEEPO eso
es un triunfo, sin importar si se perdieron clases en perjuicio de más de 800
mil niñas y niños del estado. El 1 de mayo, la
Sección 22 del SNTE entregó su pliego petitorio, recibido por el propio
gobernador Salomón Jara Cruz; el plazo para su atención, era de 15 días. Incluía hasta demandas
para las organizaciones sociales, además de pago de incidencias laborales; al
final, casi en secreto, logró la asignación federal de 800 millones de pesos. Quizá por ese
millonario logro, del que no se detalla cómo será aplicado, no hubo
manifestaciones violentas en la entidad, como sí ocurrió el año pasado. Es también extraño que,
anunciado de manera leve, finalmente no hubo boicot a la elección judicial del
2 de junio. Lo que sí se evidenció,
probablemente por la disputa de los recursos económicos, fue la diferencia que
existe dentro del magisterio oaxaqueño. Por ejemplo, hace poco más de una
semana, varios docentes intentaron agredir a la dirigente oaxaqueña Yenny Aracely
Pérez Martínez, durante una marcha en la capital del país. Otro claro ejemplo fue
la determinación tomada hace una semana, aunque con escasa diferencia, por la
mayoría de maestros de la Sección 22 del SNTE, de levantar el paro de labores
educativas. Pero de nuevo se impuso
un grupo, quizá para alargar y mejorar la negociación, y se prolongó la
movilización por una semana más. ¿Qué más logró el
magisterio oaxaqueño? Nadie sabe a detalle qué es lo que pasó y qué logró la
Sección 22; sólo escuetamente la autoridad estatal dio a conocer el monto de
800 millones de pesos. IEEPO CALLADO ¿Y en dónde estaba el
titear del IEEPO durante esas más de tres semanas de paro educativo? En los últimos días de
mayo, en la región del Istmo, preparando la movilización de gente para ir a
votar a la elección judicial. El 2 de junio emitió un
comunicado, solamente para exculparse y aclarar que se encontraba en la Ciudad
de México al pendiente de las negociaciones de la CNTE con el gobierno federal. “Emilio Montero subrayó
que el Gobierno Federal aseguró la canalización de 800 millones de pesos para
la contratación de docentes y la cobertura de vacancias, lo cual es un esfuerzo
histórico, sin duda”, fue todo respecto al dinero. “Actualmente, indicó,
‘estoy dando puntual seguimiento a las reuniones que diversas secretarías y
dependencias federales, como Gobernación, SEP, Hacienda e ISSSTE, sostienen
para abordar las demandas magisteriales’”, se ufanó en un comunicado de prensa. Y la justificación de
que la 4T no podía atender las demandas torales de la Coordinadora: «Sé de los amplios
ejercicios presupuestales que se hacen para dar respuesta a la CNTE, conozco
sus alcances, por eso también sé que la abrogación de la Ley del ISSSTE pone en
riesgo las finanzas del país”. Lo cierto es que fuera
de ello, el titular del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca,
desapareció prácticamente del conflicto magisterial; ni siquiera hay
fotografías de su supuesta participación en mesas de negociación en la capital
del país. Mucho menos
posicionamientos, posturas, para exigir al magisterio de la entidad que reponga
clases, que reponga los alrededor de 20 días efectivos perdidos para la niñez. Quizá porque sabe que
su tiempo está marcado y está próximo a dejar el cargo. Quizá porque nunca le
interesó impulsar una verdadera transformación —término que gusta a los
morenistas— en materia educativa. O porque prefiere guardar su imagen y seguir
construyendo su futuro político, ahora con un cargo de representación popular
que le prometieron.
