ZONA CRÍTICA
Ismael García M.
X: @May_Garcia_M_
Oaxaca, Oax., a 3 de
noviembre de 2025.- A poco más de medio año de dejar la rectoría, Cristian Éder
Carreño López tiene a la Universidad Autónoma “Benito Juárez” convertida en un
desastre. No hay una semana en
que en la otrora gloriosa máxima casa de estudios no haya un conflicto, ya sea
de carácter estudiantil o laboral. Antaño, las diferencias
las resolvía la propia Universidad con sus funcionarios y los afectados; en el
caso extremo, tomaba cartas el Consejo Universitario, máximo órgano de
decisión. Pero en recientes
fechas, con mayor frecuencia el gobierno estatal ha tenido que intervenir y
mediar, ante la incapacidad del actual titular de la rectoría, que prolongó su
estancia de manera ilegal por dos años. El próximo 15 de mayo
se prevé la elección de rector o rectora en la Universidad, pero como va la
situación, se avecina una tormenta política. RECTORADO INÚTIL Carreño López entró al
relevo por dos años pero de manera precipitada, con un Consejo Universitario a
modo y sin solemnidad, que sesionó en un patio de la facultad de Arquitectura 5
de Mayo. Y cumplido ese lapso,
supuestamente volvió a sesionar dicho consejo, para prologar el rectorado otros
dos años, que están a punto de fenecer, sin más resultados que la opacidad
presupuestal y el probable manejo del dinero a través de empresas facturaras…
del mismo rector. ¿Encuentran los
universitarios alguna obra relevante en estos últimos años? No hay más que
torniquetes inservibles en los accesos a Ciudad Universitaria; ¿alguna otra
obra relevante? No hay más que un domo construido a un costado de la antigua
sede de rectoría, con costos millonarios. ¿Ha mejorado la calidad de la
educación? Al contrario, ha empeorado. Es cierto que la mayor
parte del recursos financiero de la Universidad se destina a sueldos y salarios
y muy poco queda para acciones e infraestructura; pero hay otros fondos
federales a los que se puede tener acceso a través de proyectos, y ni así. De acuerdo con el
Presupuesto de Egresos 2025, la UABJO dispone este 2025 de mil 412 millones de
pesos, pero esa cantidad, de acuerdo con fuentes internas, ya se terminó y aún
le quedan dos meses al año. Las sedes en el
interior del estado, en Huajuapan de León, Puerto Escondido y Tehuantepec,
están el abandono y sobreviven con las cuotas que cobran. Por cierto, el rector
mantiene el cobro de inscripciones y otros conceptos, a pesar de que por ley,
la educación universitaria ya es, ya debe ser gratuita en todo el país. AZUZA CONFLICTOS En contrario, Éder
Carreño se ha dedicado a azuzar conflictos, como ocurrió en los recientes casos
en Santo Domingo Tehuantepec, donde pretendió retirar la Facultad de Medicina
para llevarla a Juchitán de Zaragoza. Las protestas y la
movilización de estudiantes y padres de familia frenó de manera parcial el
compromiso del rector con el edil morenista Miguel Sánchez Altamirano. Pero optó por dejar la
sede de Medicina en Tehuantepec y abrir otra en Juchitán, como si tuviera
suficiente personal académico para cubrir esas dos instalaciones. El conflicto
no ha terminado ahí y en cualquier momento puede estallar. Otro fue el lío interno
con el Sindicato de Trabajadores y Empleados, donde un grupo de no más de 50
sindicalizados se apoderó a principios de octubre de Ciudad Universitaria, y
luego de otros planteles, en demanda de claridad sobre el otorgamiento de bases
sindicales. Y en lugar de atender
la problemática, los manifestantes acusaron que el rector mandó a un grupo de
“porros” a intentar retirar su protesta, lo que agravó la protesta. El 20 de octubre,
incapaz de dialogar, convocó a toda la comunidad estudiantil a reanudar clases,
lo que de nuevo se interpretó como un intento de desalojo violento; de hecho,
ese día, un centenar de golpeadores llegó cerca de la manifestación. Tuvo que ser el
Gobierno del Estado el que llamara a las partes para hallar una solución al
conflicto con el reducido grupo de empleados del STEUABJO; pero, en contubernio
con la nueva dirigencia sindical, alentó la expulsión de los cabecillas de la
inconformidad. Y aferrado a no perder
la rectoría, Cristian Éder Carreño, de la mano con el ex rector Abraham
Martínez Alavés (que no duda en encarcelar a sus familiares con tal de
mantenerse en el poder) ya azuza otros conflictos. Pretende imponer a un
afín a su proyecto en la dirección de la Facultad de Derecho, así sea
negociando con grupos de oscuros intereses, para reemplazar a Rocío Martínez
Helmes, cuyo grupo cuenta con la mayoría de las simpatías. Con ello se avecina un
enésimo problema que, para Éder Carreño, significa seguir ganando terreno así
sea con la violencia, para conservar la rectoría para alguno de sus allegados. Sin embargo, desde el
Palacio de Gobierno ya tomaron la medida al rector —por cierto, férreo priista,
impulsado por Alejandro Murat y por José Manuel Vera Salinas— y a pesar de sus
desesperados intentos por congratularse con el partido oficial, ya no pasará su
grupo.