ZONA CRÍTICA
ISMAEL GARCÍA M.
TWITTER: @May_Garcia_M
¿Dónde están los diputados federales por
Oaxaca? ¿Usted conoce a los diputados federales por
Oaxaca? Ni por asomo, a dos años y medio de su gestión. Ni los de la Cuarta
Transformación ni los del “viejo régimen” aparecen por algún lado… más que
cuando vuelven a pedir el voto. Eso sí, principalmente los del Partido Morena,
están prestos a obedecer las órdenes del titular del Poder Ejecutivo de Oaxaca,
Alejandro Murat, a cambio de prebendas. ¿No robar, no mentir y no traicionar al pueblo?
Por lo menos eso no se ha visto en Azael Santiago Chepi, Armando Contreras,
Daniel Gutiérrez Carol Antonio Altamirano, Benjamín Robles Montoya, por citar
algunos nombres. Oaxaca cuenta ni más ni menos que con 20
legisladores federales, de 500 que conforman la Cámara alta; la mayoría, 15,
son de Morena, tres del Partido del Trabajo y dos de Acción Nacional. Prácticamente todos van a la reelección, pero
ninguno, ninguno, tiene o ha tenido un desempeño relevante. ¿Le suenan los nombres de los morenistas María
del Carmen Bautista Peláez, Víctor Blas, Jorge Luis Estrada Rodríguez,
Rosalinda Domínguez Flores, Manuel García Corpus –ex prominente priista, ex
perredista–, Virginia Merino García, Beatriz Dominga Pérez, Alejandro Ponce,
Irán Santiago Manuel, Graciela Zavaleta? Para nada, pues jamás volvieron a su estado y
muchos ganaron la curul por una tómbola, sí, por suerte. Azael Santiago vegeta en el Legislativo, sin
propuestas ni intervenciones; eso sí, el ex dirigente magisterial está presto
para cualquier negocio en la entidad, incluyendo con Oswaldo García Jarquín, su
compañero de farra. Carlo Antonio, ex perredista que sólo ha vivido
de los cargos de representación popular, local y federal; Daniel Gutiérrez, con
sus negocios y constructoras, engañando a los pueblos de la Sierra Sur. Armando Contreras Castillo, ex colaborador de
Ulises Ruiz, más preocupado por buscar algún otro cargo en Morena y repetir en
la curul, con el apoyo de Ericel Gómez Nucamendi. Y LOS
OTROS De Acción Nacional, se sabe de Natividad Díaz
Jiménez sólo por ser dirigente de su partido en Oaxaca y por los recientes
hechos trágicos en su familia; también, porque sus hermanos quieren seguir
gobernando Ejutla de Crespo. De Alejandra García Morlán, tuvo una intensa
campaña en busca de la presidencia municipal de Juárez, pero una vez que no lo
logró, la silenciaron con promesas monetarias y de beneficio para sus
familiares, y calló; también cayó. ¿Qué de Benjamín Robles Montoya? Una vez
senador, una vez diputado federal, quiere repetir en el cargo, intentó meter a
su hijo como legislador, logró que su esposa fuera también diputada federal, y
busca además repetir. Es decir, el beneficio sólo para su familia. No
hay, en absoluto, ningún resultado en su gestión para los oaxaqueños, más que
servirse ahora del ayuntamiento de Santa Lucía del Camino, desde donde
catapulta su reelección. Por cierto, su casa de campaña es un domicilio
particular del edil Dante Montaño Montero, ubicada en la primera calle de
Calicanto, colonia del Bosque, que fue remodelada con recursos públicos y antes
funcionó como oficinas contables de Santa Lucía. ¿Qué de Maribel Martínez? Sólo fotos con un
grupo de mujeres para reprobar la violencia de género; ¿y la aguerrida ex
burócrata Margarita García? Desde que le gustó las mieles del poder, primero
como diputada federal no se le ha visto en su zona. ¿LAS
OPCIONES? Y así quiere repetir la mayoría en el cargo;
así quieren el voto ciudadano para servirse del presupuesto, de los viajes, de
los roces nacionales e internacionales… mientras tanto, Oaxaca que siga sumida
en la pobreza, con presupuestos cada vez más insuficientes. Para enfrentar la élite morenista, que se ha
enquistado en el poder y no quiere dejar los enormes privilegios, en este
proceso electoral actual, surgió una alianza inédita, del PRI con el PRD y el
PAN. De esas fuerzas, hay muy poco que rescatar, por
no decir casi nada. José Antonio Hernández Fraguas, priista, por el distrito
VIII con cabecera en Oaxaca de Juárez, que podría dar la sorpresa, pues realiza
un trabajo a ras de tierra, con Mariana Nassar. En lo demás, ni por asomo; viejas caras, viejas
prácticas, viejas mañas, las de Cándido Coheto Martínez, de Antonio Amaro
Cancino, de Carmelita Ricárdez Vela, de Yolanda López Martínez… Con estas
cartas, jamás darán una sorpresa política. Por cierto, campañas priistas encabezadas y promovidas
por Alejandro Avilés –que por tercera ocasión quiere ser diputado local–, en
lugar de Eviel Pérez Magaña, quien ha quedado opacado desde el primer día en
que asumió el cargo de dirigente estatal de los priistas. ¿De los demás? Quizá Karla Gabriela Jiménez,
por el Partido Fuerza Por México, pero se le vio sólo cuando inició la campaña
política, por un supuesto acto de violencia; después desapareció y poco o nada
se sabe de su proselitismo. Una que sí se ve, pero por los excesivos
recursos financieros para su campaña, es Lizeth Zárate; sin embargo, no tiene
absolutamente ninguna posibilidad y su dinero se va al caño. Dinero, por cierto, presuntamente de las empresas
de su esposo Alfonso Esparza que, en sociedad con Noé Lagunas y Alejandro
Avilés, han logrado presuntamente con desfalcos a diversos ayuntamientos. ¿Buscan realmente los actuales y próximos
legisladores federales el rescate y desarrollo de Oaxaca? No, en absoluto; los
aspirantes de todos los colores y todas las creencias, sólo seguir viviendo a
costa del erario y de los oaxaqueños… y por supuesto hacer negocios personales.