El coronavirus tiene capacidad de provocar un envejecimiento acelerado
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MADRID.-
El coronavirus SARS-Cov-2 responsable de la covid-19 ha demostrado que tiene
capacidad para provocar un envejecimiento de las personas de manera acelerada,
según comprobaron científicos españoles involucrados en una investigación que
comenzó al inicio de la pandemia, en marzo de 2020. Los
científicos verificaron la implicación del envejecimiento celular en los
efectos de la covid-19 y la relación que existe entre la mortalidad y la
morbilidad del coronavirus y la respuesta inflamatoria y degradación de tejidos
asociadas a las células envejecidas del organismo. Lo
comprobó un equipo de investigadores liderado por el Centro de Biología
Molecular Severo Ochoa (del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y
la Universidad Autónoma de Madrid), que han publicado sus resultados en la
revista Aging Cell. La
senescencia es un estado en el que las células envejecidas pierden la capacidad
de dividirse y de contribuir al funcionamiento del organismo, pero sin embargo,
no desaparecen, sino que con el paso de los años se van acumulando en casi
todos los órganos, donde segregan moléculas inflamatorias y enzimas que
degradan los tejidos. El
CSIC informó en una nota difundida este miércoles que el trabajo que se ha
publicado ahora remarca la importancia de contemplar el impacto del entorno
proinflamatorio originado por estas células en los efectos derivados de la
covid-19. Cuando
comenzó la pandemia mundial a causa del coronavirus el Instituto de Salud
Carlos III concedió una ayuda a 16 investigadores de ocho instituciones para
que comenzaran a estudiar la relación entre los síntomas provocados por el
virus y las células senescentes, también conocidas como "células
zombis" por su comportamiento. “Lo
más interesante es que estas células son metabólicamente hiperactivas, lo que
las convierte en nocivas para el organismo al crear un escenario
proinflamatorio crónico en los tejidos donde se acumulan. La idea era observar
si el virus, cuando infecta, amplifica los efectos negativos de las células
senescentes”, explicó Cayetano von Kobbe, el investigador del Centro de
Biología Molecular que ha liderado el proyecto. Los
estudios posteriores desarrollados en ratones humanizados, y por tanto
susceptibles a la infección por SARS-CoV-2, mostraron el papel de las células
senescentes en la creación de un entorno inflamatorio que contribuye al desarrollo
de los síntomas por covid-19. En
el trabajo han participado además el Centro Nacional de Biotecnología
(CNB-CSIC), el Instituto de Biomedicina de Sevilla -sur de España- (IBiS,
CSIC-Hospital de Sevilla-Hospital Virgen del Rocío), las Universidades Autónoma
y Complutense de Madrid (UAM y UCM), el Cima Universidad de Navarra (norte), el
Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Hepáticas y Digestivas
(CIBEREHD-ISCIII), y el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA-UAM). Los
investigadores comprobaron la importancia de las células envejecidas en la
mortalidad y morbilidad inducida por el SARS-CoV-2, lo cual podría extrapolarse
a los datos derivados de la pandemia de covid-19. En
un laboratorio de bioseguridad del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa
los investigadores observaron la capacidad del virus "para envejecernos de
manera acelerada". El
envejecimiento de los tejidos se relaciona directamente con el covid
persistente (también denominado síndrome post-covid), y aunque no presenta un
efecto inmediato en adultos, sí muestra una mayor implicación en la morbilidad
y mortalidad por SARS-CoV-2 observada en personas mayores, detalló el CSIC. Von
Kobbe se ha preguntado qué pasará cuando personas que han sido infectadas
lleguen a la tercera edad con unos tejidos más viejos de lo normal, y ha
subrayado la importancia de investigar ahora las patologías asociadas al covid
persistente. El
estudio detalla además una nueva terapia basada en fármacos ya aprobados por la
Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) para eliminar
este tipo de células. “Cualquier
terapia que acabe con estas células nos permitirá llegar mejor a la vejez y
afrontar mejor infecciones oportunistas como la covid, que se aprovecha de las
bajas defensas y de los tejidos envejecidos del organismo”, observó el
investigador. Con
información de EFE