Ante ola de migrantes, inicia operaciones Centro de Movilidad instalado en Oaxaca
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SAN
SEBASTIÁN TUTLA.-
La noche de este lunes inició formalmente operaciones el Centro de Movilidad
Migratoria que instalaron los gobiernos federal y estatal en inmediaciones de
la ciudad de Oaxaca, con el objetivo de que haya menor número de extranjeros en
tránsito y pernoctando en la vía pública. Aunque desde ayer por la mañana el gobierno de
Oaxaca anunció su instalación, fue hasta este martes que partió el primer
autobús con personas migrantes desde San Sebastián Tutla - municipio conurbado
a la ciudad de Oaxaca - hacia la Ciudad de México, mismo que llegó ayer de
Juchitán. Se trata del segundo centro de movilidad que
inicia operaciones en suelo oaxaqueño, dado que desde el domingo comenzó a
alistarse un espacio similar en esa ciudad zapoteca del Istmo de Tehuantepec,
el cual se acondicionó en una terminal de autobuses abandonada. Tras la llegada y salida del primer autobús,
las personas en tránsito aseguraron que esta opción es una garantía de
seguridad en su viaje, tras todos los abusos y maltratos que han sufrido desde
que llegaron al país, tanto de civiles como de servidores públicos del
Instituto Nacional de Migración (Inami) en el tramo de Tapachula, Chiapas,
hasta Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Un funcionario de la Secretaría de Gobernación
(Segob) que no se identificó explicó a El Universal que estos centros de
movilidad no son albergues, como lo informó el gobierno de Salomón Jara Cruz
(Morena), sino un lugar en el que se les ofrecerá servicio de transporte hacia
la Ciudad de México, con la finalidad de evitar que esperen días en una
terminal de autobuses. En su lugar se les pide que acudan a este centro y desde
ahí abordan el transporte y continúen con su viaje. De acuerdo con personas migrantes consultadas
por este medio, el servicio únicamente se lo ofrecen a aquellos provenientes de
Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba, por la apertura que ha otorgado al gobierno
de los Estados Unidos, y sólo si ya contaban con el registro en la aplicación
CPBOne para tramitar su cita. “Nosotros como migrantes lo vemos positivo,
porque el gobierno nos está dando ese privilegio de movilizarnos sin mucho
contratiempo”, manifestó Eustacio Pereira, uno de los extranjeros en tránsito
beneficiados. “Es excelente y estamos muy agradecidos por esta
oportunidad que nos están brindando”, agrega María Elena, otra de las
migrantes. Este servicio de los gobiernos federal y
estatal se realiza a través de una empresa de autobuses privada. El costo de
Juchitán a la ciudad de Oaxaca es de 500 pesos y de la ciudad de Oaxaca a la
Ciudad de México, de 450 pesos. Pese a los beneficios, al no ser un albergue,
pese a que así lo anunció el gobernador, no les ofrecen comida ni agua,
únicamente servicio de baños públicos. No obstante, las personas en tránsito insisten
que es un gran beneficio porque les permite continuar su viaje por lo menos hasta
la capital del país sin tantos “contratiempos” y abusos que han sufrido desde
que llegaron a México. “Nos garantiza que nos podemos mover de manera
segura, porque sí tuvimos ciertos tropiezos con muchas personas que nos
llevaban a cierta trayectoria y nos cobraban más dinero, como no conocemos el
lugar nosotros no sabemos si es verdad y si es mentira, nosotros lo pagamos.
Siempre nos decían que estaba la migra de por medio y cuando llegábamos, era
mentira, los mismos mexicanos nos decían que era mentira, que ahí no había
ninguna migra. “Total que nosotros nos engañaban como
chiquitos, y pagamos fuertes sumas de dinero hasta 500 pesos y 250 pesos por
una moto, por llevarnos 10 a 15 minutos de viaje. Todo el presupuesto que
traíamos lo perdimos, más que todo entre Tapachula y Juchitán”, narra Eustacio
Pereira. A esto se suma que después de pagar su boleto
de mil 200 pesos en Tuxtla Gutiérrez, personal del INM los obligó a bajar del
autobús sin importar que viajaban niños y mujeres, algunos de ellos enfermos,
cuando no llevaban ni 10 minutos en él, lo anterior para hacerlos continuar su
viaje a pie. “La travesía ha sido bastante fuerte, el trato
que nos han dado no es muy bueno. Hemos gastado demasiado dinero, no nos dejan
transitar en los autobuses, tenemos que pasar las migras caminando, todo es
exageradamente carísimo, el maltrato”, afirma María Elena, originaria de
Caracas, Venezuela, país en el que trabajaba como enfermera en el Hospital
Universitario. La mujer narra que el salario que recibía mensualmente no le
alcanzaría ni para sus pasajes. Al igual que Eustacio Pereira, profesor y
abogado, afirma que en Venezuela al menos se necesitan de 500 a 600 dólares
para comprar la canasta básica de alimentos. Eustacio, como profesor, ganaba
entre 15 y 20 dólares mensuales, lo que ha provocado que muchos docentes
deserten. “Jamás pensé ser un migrante, me vine, he
vivido la experiencia, he visto cómo se trata, cómo se maltrata al ser humano,
por el propio ser humano”, dice Eustacio Pereira. “Nos decían que la selva del Darién era una
selva, una jungla monstruosa, yo pasé la selva, la crucé desde Colombia hasta
Panamá, y te digo que en realidad la selva es un jardín para cruzarla. Pero en
la selva de concreto, ya de Panamá para acá, ha sido muy distinto a lo que
conocemos, la selva en realidad no es tan agresiva como la selva de concreto”,
apunta. De acuerdo con el gobierno estatal, Oaxaca vive
un fuerte incremento del flujo migratorio, sobre todo en la ciudad de Oaxaca de
Juárez, pues en lo que va del año se han “rescatado” 169 mil 378 personas
migrantes. Mientras que sólo en el mes de agosto se realizaron 31 mil 673
rescates, más del doble que en el año 2021 cuando se registraron 13 mil 810
personas rescatadas. Ante esta situación, apenas el 14 de septiembre
pasado la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO)
emitió medidas cautelares al gobierno de Salomón Jara (Morena), para que este
brinde ayuda humanitaria a los extranjeros en tránsito, pues consideró que son
su responsabilidad mientras cruzan el territorio estatal.