ZONA CRÍTICA
Ismael García M.
X: @May_Garcia_M_
OAXACA DE JUÁREZ, OAX.- La “Cuarta transformación” nada más
no llega al Congreso del Estado y los traspiés siguen a la orden del día… al
igual que los saqueos, en las dos recientes legislaturas de dominio morenista. Hace una semana, 13 de noviembre, ocurrió lo que todos
sabían, la imposición del ex perredista Sergio López Sánchez como presidente de
la Junta de Coordinación Política de la 65 Legislatura, y del ex priista Samuel
Gurrión Matías como presidente de la Mesa Directiva. Logrando con ello, este tercer y último año de ejercicio
legal, que se echara por la borda la equidad en la conformación de los dos
órganos, que ahora son dirigidos sólo por varones; es decir, un desdén a lo que
tanto presumían los morenistas con la paridad en el Poder Legislativo. Pero además, mostrando ambos un absoluto desconocimiento de
las formalidades legislativas y de la política de diálogo, lo que derivó en la
retención por más de cuatro horas de funcionarios e invitados a la entrega del
primer informe del gobernador Salomón Jara Cruz. IGUALES TODOS En el caso de la Jucopo, en realidad únicamente ha servido
para enriquecer a los titulares de ese órgano, que en los cinco años recientes
han sido militantes del Partido Morena y que han demostrado que son iguales que
los demás. Que hacen lo mismo, o peor, de lo que criticaban de los
priistas. En esta 65 Legislatura, el primer año estuvo a cargo de
Laura Estrada Mauro, pero que sólo utilizó de trampolín político el cargo —que
asumió por segunda ocasión—, pues su gestión se caracterizó por la opacidad y
por el derroche de los recursos financieros. Más de 500 millones de pesos en un año, que en su mayoría,
se dice en los corrillos morenistas, fueron a parar para un reducido grupo de
medios de comunicación propriistas y morenistas, a fin de apuntalar su campaña
al Senado de la República y para promover a su esposo Miguel Ángel Vásquez. Lo mismo ocurrió con Luis Alfonso Silva Romo, ex panista y
protegido de Gabino Cué Monteagudo en su sexenio, quien desde que inició su
gestión en la Jucopo, hace un año, sólo se dedicó a promover su imagen para
buscar la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez… si le alcanza su capital
político. No hubo ninguna otra acción, ni siquiera iniciativas
propias para presentar en el seno del Legislativo, más que de servir de
acompañante a Noé Jara Cruz en tequios y reuniones proselitistas prácticamente
todos los días, con el consecuente derroche de dinero, como ocurrió en su
informe en el auditorio “Guelaguetza”. Apenas la semana pasada, el diario “El Imparcial” reveló
que durante la gestión del ahora morenista, el Congreso del Estado se autorizó
un incremento de 32 por ciento en su presupuesto; es decir, de 467 millones de
pesos, a septiembre pasado ya había superado los 615 millones de pesos, todo en
absoluta opacidad. A mediados de octubre, el IEEPCO se pronunció porque Silva
Romo retirara su excesiva propaganda en las calles y autobuses de la capital.
Lo hizo tarde y a regañadientes, pero ahora tomó otro pretexto para seguir
publicitando su imagen. Pese a ello, su figura política simplemente no crece,
porque sólo vive a la sombra de Noé Jara. MÁS DE LO MISMO Del tercer y último año poco o nada se puede esperar de la
65 Legislatura pues, por un lado, sólo seguirá siendo caja de recepción de las
propuestas que envía el titular del Poder Ejecutivo, Salomón Jara, y que son
aprobadas sin chistar, incluso vía “fast track”. De Samuel Gurrión, ex priista, ex panista y ahora del PVEM,
sólo se puede esperar las mismas genuflexiones de siempre hacia el poder, con
tal de seguir gozando del privilegio presupuestal para sí y para sus hermanos,
empresarios constructores. Tiene una pesada loza, su relación con un grupo de
transportistas, que tarde o temprano lo reventará y dejará al descubierto una
serie de anomalías y relaciones poco claras. Sergio López Sánchez lo único que hará también es seguir
viviendo del presupuesto, como lo ha hecho en distintos cargos, incluyendo la
presidencia municipal, y alimentando el nepotismo. Desde hace muchos años, junto con Toribio —quien el pasado
miércoles dejó a un lado su función de director de la Policía Vial para ir a
ver a su hermano en el Congreso— y otros parientes, han sido beneficiados del
perredismo-morenismo en múltiples cargos. Con la nueva Mesa Directiva y la nueva Jucopo, poco se
espera de diferente, pues en el inicio está el final. Sin recato alguno,
incluyendo todos los priistas, panistas y perredistas votaron por la nueva
conformación de la Mesa. Pero ni Samuel Gurrión ni Sergio López supieron y pudieron
poner orden el pasado miércoles, en que por más de cuatro horas el magisterio
de la Sección 22 cerró los accesos a la sede del Poder Legislativo y dejaron
encerrados a varios secretarios del gabinete, incluyendo Jesús Romero López. Y en el 2024, eminentemente electoral, con la renovación de
presidencias municipales y diputaciones locales, nadie duda que en Oaxaca el
saqueo del erario del Congreso continuará por parte de los morenistas y sus
aliados.