Se engalana el CIS No. 8 de Zoogocho con recital de clausura del curso de perfeccionamiento musical
CANDELARIA LÓPEZ
SAN
BARTOLOMÉ ZOOGOCHO.-
Para corregir y pulir la técnica (respiración, embocadura, etc.) de alumnos y
alumnas del Taller de Música del Centro de Integración Social No. 8 (CIS) de
esta comunidad enclavada en la Sierra Norte de Oaxaca, del 28 de julio al 1 de
agosto pasado se realizó el curso de perfeccionamiento musical en su edición
2025. Assaet Méndez Méndez, coordinador, explica que
para ello, año con año, desde 1992 y a falta de profesores, se organizan estos
cursos de verano con instrumentistas locales y de otros puntos del país,
quienes atienden de manera personalizada a los 170 niños y jóvenes de nivel
primaria, secundaria y bachillerato que conforman las bandas Juvenil “Sones
Viajeros” e Infantil de la institución fundada en 1952 como Centro de
Capacitación Indígena a iniciativa del entonces presidente de México, Lázaro
Cárdenas. Este año, por ejemplo, se contó con la
participación de dos pianistas y seis instrumentistas de aliento, algunos de
ellos exalumnos del CIS, quienes regresan a compartir sus conocimientos al
lugar que los vio nacer como músicos. Édgar Lany, originario de Santiago
Lalopa, hoy clarinete principal de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM),
es un ejemplo de ello. MÚSICA EN
EL AIRE Es viernes 1 de agosto por la mañana, y el CIS es
una locura. Cual hormiguero, docentes y alumnos van de un lado para otro,
mientras afinan detalles para el concierto que más tarde ofrecerán como cierre
de actividades del curso de verano. Trompetas, flautas, trombones, tubas,
clarinetes, saxofones y percusiones se escuchan por doquier, más que un día
“normal”. Mientras pone orden, el coordinador del Taller
de Música Camilo Jiménez Fernández nos recibe con la calidez característica de quienes
habitan entre las montañas. Luego, viene la conversación. Caminamos al taller de laudería, ese que en octubre
de 2009 y con apoyo de la iniciativa privada y una que otra fundación, inaugurara
el cantante español Miguel Bosé, quien además donó un piano a la institución. Mientras avanzamos, el profe Camilo, como lo
llaman, reprocha que entre “las 20 mil promesas” hechas por Salomón Jara
durante su campaña a la gubernatura del estado, solo “le pudimos arrancar” el
techado de la explanada del CIS, inaugurada apenas en el pasado periodo vacacional
de Semana Santa. Y es que, a decir de Jiménez Fernández, el hoy
mandatario prometió dotarlos de instrumentos, adquirir un predio y construir
aulas a fin de mejorar las condiciones del centro, pero todo quedó en promesas.
Por eso, reconoce esfuerzos como los de Assaet
Méndez Méndez, egresado de ese Centro —hoy trompetista en la Orquesta
Filarmónica del Desierto e hijo del maestro Ismael Méndez, exdirector del
taller de música y luego del CIS—, quien se ha convertido en su mano derecha
para la organización de estos cursos de verano por los cuales, de manera
desinteresada, los profesores invitados destinan días de su periodo vacacional y
suben a esa comunidad ubicada a tres horas de la Ciudad para compartir y
convivir con las y los niños durante una semana. La hora del concierto se acerca. Entre todos
improvisan una sala de concierto que poco a poco empieza a llenarse, y llegado
el momento, irrumpen las primeras notas de una flauta para abrir un programa
que va de Wolfang Amadeus Mozart o Antonín Dvrorák a Carlos Chávez o Rodolfo
Villegas.
Una a una, en dúos o ensambles, las
interpretaciones dieron cuenta durante poco más de tres horas de la calidad
musical que sigue emanando del CIS No. 8 pese a las carencias con las que aún
opera, pero esa, es otra historia.
