La intención es que este medicamento pueda ser utilizado en personas de escasos recursos, y se estima que al menos se pueda reducir la pacidad del cristalino del ojo en un 30%.

“Nosotros ya tenemos una pomada, un ungüento, unas gotas, que pueden reducir hasta el 30 por ciento el problema de las cataratas”, indicó.

Añadió que ya se han hecho pruebas exitosas en ratas de laboratorio y perros, por lo que ahora esperan que se puedan hacer los análisis necesarios en humanos.

Resaltó que se ha firmado un convenio con el ISSSTE para que oftalmólogos de alto renombre trabajen en conjunto con investigadores del Tecnológico para obtener la aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.