Condenan a seis mexicanos a 10 años de cárcel en El Salvador por narcotráfico
REDACCIÓN VIVO NOTICIAS
redaccionvivonoticias@gmail.com
SAN
JOSÉ.-
Un tribunal salvadoreño condenó este lunes a 10 años de cárcel por narcotráfico
a cada uno de una pandilla de seis mexicanos detenidos en 2022 en aguas de El
Salvador sobre el Océano Pacífico con un cargamento de cocaína valorado en más
de 20 millones de dólares. La Fiscalía General de El Salvador informó que
los mexicanos fueron identificados como José Martín Ojeda Santos, Noé Mendoza
López, Gabino Elorza Santos, Iván García Mendoza Gildardo Lavarriaga Rodríguez
y Jesús Daret Nicanov Rodríguez. Las sentencias por las acusaciones de tráfico
ilícito de drogas en la modalidad de transporte marítimo fueron impuestas por
el Tribunal Tercero de Sentencia, de San Salvador. El juicio empezó el 13 de
este mes. No hubo precisión acerca de si los seis
pertenecen a los cárteles de Sinaloa o al de Jalisco Nueva Generación (CJNG),
que asumieron en los últimos 15 años las más importantes operaciones de
contrabando de cocaína de Colombia a Ecuador por un corredor marítimo sobre el
Océano Pacífico utilizado para traficar drogas del sur al norte de América. La Fiscalía recordó que los mexicanos fueron
capturados el 4 de mayo de 2022 por la Fuerza Naval de El Salvador, en una
operación en la que viajaron a bordo de una lancha para transportar la droga. El cargamento, de un total de 809 paquetes de
cocaína, con un peso individual aproximado de un kilogramo y una pureza del 84,
fue valorado en 20 millones 338 mil 260 dólares, informó la Fiscalía. El cálculo del valor del estupefaciente fue
hecho por la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC) de El
Salvador, precisó. La mercancía, camuflada en 28 bultos, fue
transportada desde América del Sur en una lancha equipada con tres motores. El Salvador: punto estratégico para el corredor
de trasiego de droga De acuerdo con los registros oficiales, los
seis fueron detectados, sorprendidos y detenidos a 480 millas náuticas al sur
de la Bocana El Cordoncillo, ubicada en el sur-central departamento (estado) de
La Paz, que tiene litoral sobre el Pacífico. Tras ser interceptados en el mar por las
autoridades navales salvadoreñas, fueron trasladados a tierra firme y el 9 de
mayo ingresaron a una base militar de El Salvador. Por su ubicación geográfica frente al Pacífico,
estar en la ruta del corredor marítimo y tener fronteras terrestres, aéreas,
marítimas y fluviales por el norte con Guatemala, El Salvador se convirtió en
este siglo en un paso crucial para tráfico ilícito de drogas desde Colombia y
Ecuador a México y Estados Unidos. La vecindad de El Salvador con Guatemala se
afianzó como un factor esencial del fenómeno criminal salvadoreño. Aparte del
envío de droga por mar también persistió el de los mecanismos terrestres, con
un trayecto procedente del nororiente salvadoreño en la frontera con Honduras
por el que se trasladó cocaína hacia el suroccidente en el límite con
Guatemala. El territorio guatemalteco, sus costas en el
Pacífico y en el mar Caribe, sus trillos aéreos y sus pasadizos fluviales
permitieron consolidar a Guatemala desde al menos los últimos 20 años del siglo
XX como una de las principales plataformas de las mafias mexicanas para el
contrabando de narcóticos ilegales desde Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú,
en un nexo con sus vecinos de Centroamérica. En julio de 2023, y en las inmediaciones de la
misma zona marítima del decomiso de mayo de 2022, tres mexicanos y tres
ecuatorianos fueron detenidos por la Fuerza Naval con más de una tonelada de
cocaína valorada en unos 27 millones de dólares y en un caso judicial todavía
en proceso, según los recuentos oficiales. “Se trata del decomiso más lejano de nuestras
costas”, destacó la PNC en su cuenta de X (antes Twitter). Centroamérica emergió desde 1970 primero como
puente del tráfico internacional de estupefacientes a México y EU, pero en el
siglo XXI pasó a ser bodega de almacenamiento para el reenvió en especial de
cocaína elaborada en Colombia, principal productor mundial de ese alcaloide. Centroamérica se posicionó en el siglo XXI como
puente y bodega de la cocaína (también heroína), así como enlace del lavado de
dinero, trampolín y receptor de drogas sintéticos y de precursores químicos
desde y hacia México. El istmo también operó al menos desde 2017 como
base de cultivos ilícitos de hoja de coca, materia de prima de la cocaína, en
Honduras y Guatemala. Guatemala reafirmó. desde el siglo XX, una
práctica ancestral con la siembra de amapola, materia prima de la heroína. Las
cargas de amapola fueron vendidas por campesinos guatemaltecos a
narcotraficantes mexicanos que operaron laboratorios clandestinos en la frontera
de Guatemala y México para producir heroína.