Lastimeras y a destiempo las palabras de Salomón Jara Cruz al referirse al asesinato de un joven a manos de policías municipales del Ayuntamiento emanado de Morena de Santa Lucía del Camino, la madrugada del sábado 31 de agosto.

Dijo en su cuenta de X el “gobernador”, así en minúsculas y entre comillas: “condeno enérgicamente el asesinato de un joven en el municipio de Santa Lucía del Camino de parte de la policía municipal. Es urgente la detención de los elementos de la policía que actuaron irresponsablemente sobre este lamentable acontecimiento”.

“Solicito a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, detener a los responsables e iniciar una investigación, urgente, profunda y objetiva. El Presidente Municipal Juan Carlos García Márquez debe actuar en consecuencia para esclarecer este aberrante hecho; estaré atento y daré seguimiento al trabajo de la Fiscalía. Nada y nadie puede estar por encima de la ley”.

Salomón Jara con esta condena, sólo se cura en salud para evadir su propia responsabilidad. El Presidente Municipal pertenece al mismo partido que el Gobernador y es el municipio con mayoría absoluta de Morena en cabildo, quien aprueba el bandos de policía y buen gobierno, además, es la Policía Estatal la que ostenta el permiso de portación de armas de fuego, que añade a los municipios que inscriben, previa capacitación y autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional, a los elementos que tienen permiso para la portación de armas de fuego.

Habría entonces que hacerse unas preguntas: el policía que disparó en contra del joven que perdió la vida ¿tenía permiso para portar el arma?, ¿hay un protocolo de actuación municipal en el que se determine expresamente que los policías en los operativos de alcoholímetros, puedan usar sus armas de fuego contra automovilistas?, si es así ¿en qué casos?, ¿el protocolo establece que un intento de huir es suficiente motivo para disparar?.

Ha habido muchos escándalos en los operativos del alcoholímetro sobre todo en el caso de Santa Lucía del Camino, porque para muchos automovilistas, los cobros son extremadamente altos, lo que ha causado que los encierros estén llenos porque muchas personas incluso prefieren dejar sus vehículos ahí que sacarlos debido a los cobros excesivos.

Por otro lado, ahí mismo en Santa Lucía del Camino, ha habido otros casos en los que automovilistas que se resisten al arresto, han sido baleados por la autoridad municipal y esa responsabilidad es, por supuesto, del Presidente Municipal del que se trate.

Salomón Jara no es ajeno a los escándalos de corrupción en los operativos del alcoholímetro en Santa Lucía y en otros municipios como Santa Cruz Amilpas, San Jacinto Amilpas, Xoxocotlán o San Sebastián Tutla y, si no hace nada para llamarle la atención a los presidentes municipales de morena que les exigen cuotas a los policías, pues también tiene algo de responsabilidad.

Para empezar, no solo el policía que jaló el gatillo y acabó con la vida del joven Diego Ignacio Paz, debe estar bajo investigación, también deben deslindar responsabilidades Marcos Fredy Hernández, el director de la policía municipal de Santa Lucía que no tiene buenos antecedentes, ya que cuando ocupó el mismo cargo en Oaxaca de Juárez mientras Osvaldo García Jarquín fue presidente, su actuación dejó mucho qué desear.

Operativos en el Mercado de Abasto de la capital oaxaqueña, terminaron en escándalos y balazos mientras este sujeto fue director de la policía municipal de Oaxaca y pareciera que esos mismos vicios está teniendo en Santa Lucía del Camino con la complacencia de Juan Carlos García, por lo que el Presidente Municipal, debe tomar cartas urgentes en el asunto y limpiar de escoria a su policía.

Nada justifica la muerte de Diego Paz, y hacen mal los escribanos del Presidente Municipal de Santa Lucía del Camino en querer manchar la imagen de un joven oaxaqueño e incluso de la prestigiada institución que lo estaba educando. Ahora resulta que para algunos, la Anáhuac tiene la culpa de lo que ocurrió.

A Salomón se le suma un muerto más en esta sangrienta semana que terminó, donde hubo baleados a plena luz del día como el viernes en Santa Rosa y San Martín y sin que hasta el momento haya detenidos, con la excepción del policía de Santa Lucía que bien haría en declarar la verdad de lo que sus jefes le piden que haga.

Oaxaca está de luto y así seguirá mientras no haya Gobernador y en su lugar, un florero.

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