EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN
Francisco Alejandro Leyva Aguilar
X: @leyvaguilar
Permítaseme
una pregunta ¿quién es más imbécil, el que dice mentiras o el que las cree? Lo
digo porque el primero de septiembre el zócalo capitalino de la Ciudad de
México, fue el escenario en donde un merolico durante dos horas les dijo una
sarta de mentiras a un auditorio que lo aplaudía eufórico. ¿De
verdad había entre los asistentes alguien que creyera que el sistema de salud
de México es mejor que el de Dinamarca?… si había uno que creyera tal
estupidez, conociendo la realidad del sistema público de salud mexicano
destruido por la cuatroté, entonces ese alguien es más estúpido que el que lo
dijo. El
pasado domingo fue el sexto y último informe del peor presidente que haya
tenido México. Un individuo que no construyó una sola institución pero que
concentró todo el poder y todo el dinero en tratar de desaparecer lo que por
muchas décadas los mexicanos conseguimos. No
éramos el mejor país del mundo para vivir, por eso muchos migrantes salieron
fuera de las fronteras de México, pero teníamos un país. En México se podía
vivir bien o medianamente bien y ahora, después de seis años de ignominia, este
país ya no es de todos, sino de unos cuantos. Hay
quienes se atreven a comparar a Movimiento de Regeneración Nacional, (morena)
con los años mozos del Revolucionario Institucional (PRI), cuando tenía
plenipotencia en la Cámara de Diputados, en la de Senadores, en los Congresos
Locales y en todos los estados de la república, pero entre unos y otros hay un
mar de diferencia. El
PRI, entendió el concepto aristotélico del poder que recae en una mayoría y
entendió así, que la democracia era el camino para desarrollar al país. Para
los que no entiendan, Aristóteles decía que “la democracia es la forma pura de
ejercer el poder, cuando este recae en una mayoría y esa mayoría ocupa el poder
en beneficio de todos, la forma impura es la demagogia. Por
tanto, el PRI al entenderlo, creó instituciones que nos llevaron al sistema
democrático que teníamos hasta hace seis años y claro que tuvo sus resistencias
y por supuesto que hubo luchas desde las izquierdas pensantes, pero permitió un
órgano electoral ciudadano, un instituto de transparencia y la división de los
tres poderes para que los contrapesos existieran. No
hay registro de que la aplanadora priista hubiese ocupado su poder para tratar
de desaparecer al Poder Judicial y someterlo al capricho de una sola persona
como lo propone López Obrador. Por
eso no hay comparación entre unos y otros. Mientras el PRI construyó
instituciones (el IMSS, el ISSSTE, la CFE, Pemex, la UNAM, el Sistema Educativo
Nacional y muchos otros), Morena lo que ha tratado de hacer ha sido acabar con
esas instituciones. Acuérdate de la frase lapidaria del peje “al carajo con sus
instituciones”. Mientras
el PRI construyó el país, el peje quiere desaparecerlo y utilizar como forma de
gobierno, la otra definición aristotélica del poder: “cuando el poder recae en
una sola persona y esta lo utiliza en beneficio propio, hablamos de la forma
impura de la tiranía”. No
hay un sistema de salud mejor o siquiera parecido al de Dinamarca, al
contrario, lo que funcionaba, el peje lo echó a perder tratando de crear el
Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que nunca funcionó. El
abasto de medicamentos es insuficiente en todo el territorio nacional a pesar
de la mega farmacia que atiende apenas unas cuantas solicitudes de medicamentos
al mes. Los hospitales del sector salud están en pésimas condiciones por la
falta de mantenimiento y la corrupción de los funcionarios, el sistema de
vacunación que otrora fue galardonado ha sido destruido por la cuatroté ¿qué
presumir entonces? Me
parece que el máximo orgullo del megalómano Andrés, es hablar horas diciendo
estupideces y que aún haya estúpidos que lo escuchen y le crean. @leyvaguilar Instagram:
leyvaguilar_ Facebook:
Francisco Alejandro Leyva Aguilar