ZONA CRÍTICA
Ismael García M.
X: @May_Garcia_M_
Oaxaca, Oax., a 23 de
septiembre de 2024.- O es una andanada institucional para quitar a Emilio
Montero Pérez, o de plano el director del Instituto Estatal de Educación
Pública de Oaxaca simplemente no puede con el cargo. Porque en las últimas
semanas, particularmente la anterior, las protestas de la Sección 22 del SNTE,
por cualquier motivo, se han intensificado y el funcionario simplemente no
aparece por ningún lado, más que en escuetos y comunicados de sorna. Tan simples las
demandas, como la realización de un diplomado, que han derivado en acciones
vandálicas que, a pesar de los discursos institucionales, quedarán impunes,
como ha ocurrido a lo largo de los años. Cualquier pretexto para
desestabilizar el sector educativo, y para los ajustes de cuentas, es válido y
este lunes mismo reanudan las movilizaciones, ahora con el nivel de
Homologados, con demandas irrelevantes. Aunque es también parte
de la lucha interna en el magisterio, indudablemente que esta crisis se
inscribe en la lucha de poder, por la sucesión gubernamental y que desde ahora
se comienza a reflejar en la pugna interna entre los mismos morenistas y funcionarios
estatales. CRISIS AL ALZA El plan septembrino
para desestabilizar al IEEPO —y acelerar la salida del juchiteco Emilio
Montero— arrancó el 4 de este mes, con una marcha de cientos de afiliados a la
Sección 22, de la zona oriente al Centro de Convenciones de Oaxaca. Ello supuestamente para
dar cobertura a una mesa de trabajo tripartita, para revisar los temas
pendientes de solución; los manifestantes se quedaron todo el día bloqueando la
avenida Lázaro Cárdenas. En ese contexto, el 11
de septiembre la dirigencia magisterial acudió a la Ciudad de México, para
reunirse por última vez con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y por
primera vez con la mandataria electa Claudia Sheinbaum. No hubo resoluciones
extraordinarias y quizá esta podría ser otra de las razones por las cuales
comenzó la andanada, aunque disfrazada de sectores, para que el comité que
encabeza Yenny Aracely Pérez, no se exhibiera de manera directa en las
movilizaciones. La jornada violenta
arreció en Oaxaca a partir del 12 de septiembre con la movilización de docentes
del nivel de Educación Física que, pretextando también cualquier pendiente,
iniciaron con bloqueos a vialidades. Pero la situación
crítica ocurrió en el exterior del Palacio de Gobierno, donde los docentes
utilizaron a estudiantes normalistas para retener a funcionarios y
trabajadores, así como diputados visitantes. Más aún, un grupo de
ellos impidió con violencia la salida del legislador priista Freddy Gil Pineda,
lo que estuvo a punto de derivar en una situación más complicada. El 13 de septiembre,
una representación del magisterio, acudió a las movilizaciones de los
trabajadores del hospital “Dr. Aurelio Valdivieso”, para respaldar sus demandas
de equipamiento al nosocomio capitalino. De nueva cuenta la
jornada arreció la semana pasada y el martes 17 de septiembre, apenas pasadas
las fiestas patrias, le tocó al sector Secundarias Generales. Además de cerrar
vialidades en la ciudad de Oaxaca, bloquearon carreteras en las regiones Istmo,
Cuenca y Costa; las demandas: pago de horas-clase ya trabajadas… desde hace
varios años. En esta ocasión, la
única respuesta del IEEPO que aún dirige Emilio Montero fue que es
responsabilidad federal, que se estaba trabajando para cumplir y que había
fraudes de diversos mentores en la exigencia. A partir del miércoles
18, le toco al turno a estudiantes de la Escuela Normal de Educación Especial,
con demanda tan simple: el cumplimiento de la realización de un diplomado; de
nueva cuenta, el Instituto Estatal de Educación se limitó a justificar que
estaba en proceso la ejecución. Pero eso no bastó para
que el jueves arreciaran los bloqueos y protestas en la capital, con “toma” de
camiones de pasajeros y saqueo de mercancías a unidades de reparto; en este
caso la jornada fue todo el día. Y cuando ya se
retiraban, después de las ocho de la noche, la Policía Estatal ya los esperaba
en inmediaciones del Centro Regional de Educación Normal para recuperar con el
uso de gas lacrimógeno los camiones urbanos. En videos difundidos,
se aprecia la forma en que algunos policías jalonean y patean a unos
estudiantes. Y esa fue la gota que
derramó el vaso, pues esa misma noche organizaciones sociales y una parte de la
dirigencia de la Sección 22 —sin Yenny Aracely Pérez— se sumó a las protestas
de exigencia de justicia. Y de nuevo el IEEPO
salió a decir en un comunicado que los padres de familia deberían cuidar a sus
hijos e identificar a ver si no aparecían entre los vándalos. El viernes fue un día
de receso —salvo la protesta en Ciudad Ixtepec por parte de alumnos de la UPN—
pero de nuevo el sábado pasado —justo en los momentos de la visita del
Presidente López Obrador a Oaxaca—, los normalistas encapuchados, con el
pretexto de una marcha de repudio a la “represión”, efectuaron múltiples
destrozos a comercios y bancos. La Secretaría de
Gobierno dijo que no habría impunidad en esos hechos; el IEEPO dijo que daría
de baja a los estudiantes que participaron; la Fiscalía General del Estado dijo
que inició una investigación. Pero nada más. Hoy lunes, otra marcha,
ahora del nivel de Homologados, por parte de la Sección 22, cuyas demandas no
se conocen aún. ¿QUÉ SIGUE? Llama la atención que,
a pesar de los nulos avances en la reunión de hace dos semanas en la Ciudad de
México, hasta ahora la dirigencia de la Sección 22 con Yenny Aracely Pérez, ni
se ha deslindado de los actos violentos ni ha aparecido públicamente para
respaldar las movilizaciones. Pero en los hechos hay
muchas coincidencias para confirmar que la agitación en el magisterio y en el
IEEPO no es gratuito. Es sabido que Emilio
Montero Pérez, ex presidente de Juchitán, ha sido renuente para aceptar
funcionarios que no sean de su grupo político-social, así no tengan la menor
preparación académica. Esta es la parte que no
ha gustado desde el Palacio de Gobierno, pues justamente funcionarios
inexpertos han dado al traste con la educación y las negociaciones con el
magisterio. Se suma a ello el manejo irregular y totalmente opaco de los miles
de millones de pesos del IEEPO. No son gratuitas las
críticas y señalamientos que se hacen a algunos funcionarios estatales… desde
una oficina del Palacio de Gobierno, pues se inscriben ya en la lucha que se
prevé descarnada para la próxima sucesión. Y Emilio Montero Pérez
puede ser el primer saldo de esta soterrada andanada para reposiciones
políticas.
