DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar
X: @efektoaguila
* En un acto de
justicia social a los concesionarios, el alza a la tarifa del transporte urbano
a 10 pesos, finalmente se logra, tras más de seis años sin incremento, por así
convenir a ambas partes. * Esperemos que el
gobierno de Salomón Jara haya condicionado el alza a la tarifa del transporte
urbano a la mejora sustancial del servicio y del estado físico y mecánico de
los autobuses. La relación de los
concesionarios del transporte con el Gobierno del Estado de Oaxaca siempre ha
sido compleja y complicada, especialmente, con los del servicio urbano y los
sitios de taxis locales. Y lo ha sido
generalmente por las amplias redes de complicidad tejidas a lo largo de los
años, a través de la corrupción de gobernantes, funcionarios del transporte y
los concesionarios del transporte. Unos y otros, han
violado la Ley y el Reglamento de Tránsito impunemente para ganar dinero al
margen de la ley, convirtiendo la venta de permisos y concesiones en fuente de
riqueza mal habida. Hubo gobernadores del
PRI y de la primera coalición opositora que arribara a la gobernación del
Estado, que llegaron al extremo de realizar “ventas nocturnas” de concesiones
al final de su sexenio. La singular relación
patológica entre los concesionarios del servicio de transporte urbano y el
Gobierno del Estado alcanza su máxima expresión tóxica en la demanda de aumento
a las tarifas. En el pasado, el alza a
las tarifas ha estado sujeta a presiones y chantajes de los concesionarios,
algunas bastante perversas como utilizar a “porros” de la UABJO para retener y
quemar autobuses. Esperamos que en el
gobierno de la Primavera Oaxaqueña no ocurra así al entrar en vigencia la
autorización de las nuevas tarifas a 10 pesos en cuestión de horas o días,
según logramos establecer. En un acto de justicia
social a los concesionarios, el aumento a la tarifa del transporte urbano
finalmente se logra, después de más de seis años sin incremento, por así
convenir a ambas partes. No obstante, la
práctica de aumentar la tarifa del transporte urbano cada tres años por razones
político-electorales el Gobierno del Estado negoció prórrogas con los
concesionarios en 2018 y 2021. Por las mismas razones
políticas de las elecciones presidenciales, Salomón Jara tampoco autorizó el
aumento a las tarifas antes del 2 de junio y antes de la toma de posesión de
Claudia Sheinbaum. Ya lo hizo, tras ardua
negociación para fijar la nueva tarifa del servicio de transporte urbano de 8 a
10 pesos, con un incremento del 25%, a pesar de que los concesionarios
demandaban 12 pesos. Esperemos que el
gobierno de Jara haya condicionado el aumento a la tarifa del servicio de
transporte urbano a la mejora sustancial del servicio y del estado físico y
mecánico de los autobuses. Para evitar que
autobuses chatarra continúen contaminando con el humo que despiden sus viejos
motores es indispensable que estos sean retirados del servicio y sustituidos
por nuevas unidades. No menos imperativo es
condicionar la nueva tarifa del transporte urbano a una mayor y mejor
capacitación de manera permanente de los conductores de los autobuses para
mejorar el servicio. Además, la Secretaría
de Movilidad y elementos de la Policía Vial Estatal y Municipal, deben
mantenerse vigilantes en todo momento y evitar que los juegos de placas se usen
en dos autobuses. alfredo-daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com @efektoaguila