Sin Plan Sectorial de Cultura, así camina el gobierno de Salomón Jara en Oaxaca
CANDELARIA LÓPEZ
OAXACA DE JUÁREZ, OAX.- Flavio Sosa Villavicencio es un político con
peso en el gabinete de Salomón Jara, gobernador de Oaxaca, y lo sabe. No es
casual por ello que en la administración pública estatal haya quien sostenga
que el hoy titular de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta)
tiene, quizá no las credenciales que lo avalen en el cargo, pero sí el “colmillo”,
y sobre todo, el poder de decisión que a su antecesor, Víctor Manuel Vásquez
Castillejos, le faltó. A poco más de tres meses de asumir el cargo, el
nombre del exlíder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) ha
figurado en las primeras planas de medios impresos de circulación nacional,
incluso en uno que se ha ufanado de ser crítico mordaz del morenismo, pero que
en sus páginas lo trata con sospechosa mesura. Toca ahora que la conversación sea con un medio
local. Sosa Villavicencio nos recibe en su oficina de la colonia Reforma, y
durante poco más de 60 minutos habla de su llegada al gabinete, a la Seculta,
de los aciertos y errores de su antecesor, del extinto Museo de Arte
Contemporáneo de Oaxaca (MACO), la Orquesta Sinfónica, el Centro Cultural
Álvaro Carrillo, el presupuesto y los proyectos en mente. —¿Cómo es que llega Flavio Sosa a la Seculta y
al gabinete en general después de esa confrontación con Salomón Jara en 2021
cuando este era aspirante a la candidatura de Morena al gobierno del estado? —Salomón y yo hemos trabajado juntos desde hace
más de 30 años. En el 85 puede ser tal vez el punto de partida… y desde el 89 a
la fecha hemos tenido convergencias, divergencias, separaciones, pero siempre
ha prevalecido la amistad y la identificación con un ideal, con una causa: la
búsqueda de la transformación. Ese es el origen de una coincidencia en su
gobierno. Tenemos una relación de confianza y comunicación muy alta… pero
también ha habido etapas en las cuales hemos tenido algunas divergencias y una
de ellas fue a la que haces referencia. Después de que eso sucedió, de que el
Comité Ejecutivo Nacional dice que el candidato será Salomón Jara, se agotó el
proceso de impugnación, decidimos sumarnos a la campaña, y cuando iba a
conformar su gabinete me invitó, y quedamos en que me integraría a la jefatura
de gabinete. Entonces, hubo una divergencia, pero afortunadamente eso quedó
zanjado, superado, y hoy estamos trabajando juntos. —¿Y qué hay del apoyo que en su momento le
brindó a Susana Harp? —Hicimos un esfuerzo, trabajamos juntos,
pretendimos construir un proyecto a la gubernatura. Internamente, dentro de
nuestro partido, se tomó la determinación con fundamento en una encuesta y
posteriormente en una decisión de los tribunales y se determinó que el
candidato era el gobernador actual, decidimos caminar… y lo lógico era que nos
sumáramos al proyecto, y ahí quedó, como un esfuerzo y una experiencia
interesante de competencia interna. —¿Entonces no vio la candidatura de Salomón
Jara como una imposición de Morena, sobre todo si se consideran los resultados
en la elección? —Los resultados en la elección reflejaron una
etapa en un estado que estaba bajo muchos años de priismo y había sufrido una
gran decepción en 2010 cuando Oaxaca le apostó a un cambio con Gabino Cué. En
este momento (2022) había otra vez la oportunidad de un cambio y el porcentaje
de participación se reflejó con el ánimo social de ese momento… el apoyo no es
tan alto como cuando Gabino, es una realidad, pero existe una decisión
mayoritaria de que así sea. —¿Cómo concibe la cultura? —Es una situación muy difícil de transformar
porque si partimos del concepto antropológico, todo es cultura. Y cuando tienes
que ser secretario de las Culturas y Artes, dices: ¿Y cómo voy a incidir en las
conductas de la sociedad, en las relaciones interpersonales? Luego entonces,
nos hemos trazado como objetivos la defensa de los valores culturales que han
desarrollado los pueblos y comunidades, y compartir con ellos los valores
culturales universales. La tarea es enorme. Tenemos como limitante el
presupuesto y la imaginación. —¿Cuáles son los aciertos que reconoce en su
antecesor? —La labor del maestro Víctor Cata fue titánica
porque las instituciones en Oaxaca estaban destrozadas. El MACO, por ejemplo.
Él trató de poner de pie lo que estaba de cabeza y trabajó para ello, ahora a
mí me toca hacer que se mueva esta gran maquinaria. —¿Y los desaciertos? —Yo podría criticar muchas cosas, pero creo que
tiene que ver con inercias que no son fáciles de romper, como el hecho de que
no hay el presupuesto suficiente. Además, este edificio alberga a unos 200
trabajadores y tenemos cerca de 700 en la Seculta. Somos la única secretaría
cuyos trabajadores no han regresado después de la pandemia; es decir, ceca de
500, y por qué, porque aún no tenemos un edificio propio. —A diferencia de las administraciones
anteriores, hasta hace un mes este gobierno no había hecho público su Plan
Sectorial de Cultura —Lo primero que tratamos fue actualizar
nuestras redes sociales, y ya lo logramos. En un segundo momento le encargamos
al equipo de comunicación que actualizara la página de cultura y estamos en ese
proceso, pero qué bueno que me dices que en las páginas estatales no está
actualizada. Vamos a actualizarla. —Lo que no se sabe es si existe el Plan
Sectorial de Cultura 2022-2028, siendo que es el que rige la operación de la
Seculta —Debe existir. Nosotros llegamos y estamos
trabajando sobre el POA (Plan Operativo Anual), sobre todo, la planeación que
hizo el maestro Víctor Cata y sobre el Plan de Cultura que él tenía, pero
estamos tratando de fortalecerlo y mejorarlo. —Pero con él (Víctor Cata) ni siquiera se dio a
conocer cuál era el Plan de Cultura… —Yo te lo voy a compartir. De verdad que la
dinámica ha sido agotadora, desde las siete de la mañana hasta las 11 de la
noche todos los días. —Víctor Cata destacó la revitalización de las
lenguas como un proyecto sexenal, pero ahora que este se muda al ILEO
(Instituto de Lenguas Originarias) cuál o cuáles serán el o los proyectos que
caracterizarán a su administración? —Mi aspiración es que tengamos funcionando
todas las bibliotecas del estado. —Va por la lectura… —No. Tiene que ser algo integral. Tenemos que
hacer que funcionen todas las bibliotecas del estado (415) y hacer que las
casas de cultura y del pueblo (120) sean centros culturales regionales; es
decir, conformar circuitos culturales regionales y luego consolidar un circuito
cultural estatal. —¿Cuáles son los mayores desafíos? —Nuestra limitante es de corte presupuestal.
Afortunadamente estamos buscando otras opciones y ya las estamos encontrando. —En esta administración ha ido en aumento el
presupuesto al sector… —Y le vamos a meter más. Hoy logramos que en el
PECDA y PACMyC aumente la inversión estatal para que la federación haga lo
propio, y estamos tratando de mejorar las condiciones laborales de los músicos
de Oaxaca. La Orquesta Sinfónica no tenía director, ya tiene director, al
mejor, y será la mejor Sinfónica de México. —En el caso de la Sinfónica, hay fallas de
origen que tienen que ver con el esquema de contratación de los músicos… —En la Banda del Estado la mayoría son de base
y sigue teniendo conflictividad, ojalá fuera laboral nada más, es mucho más
complejo porque no solo es lo laboral, sino lo salarial, y tiene que ver con
las condiciones económicas del presupuesto que se destina para ello. Además, al
ser organismos tan numerosos, hay una natural politización y competencias
internas. —Francisco Toledo, Alfredo Harp y María Isabel
Grañén fueron los principales aliados de Andrés Webster para lograr la que
quizá sea la administración más “decente” en la Seculta. ¿En qué ruta caminará
su administración con los equipos de estos personajes? —Además (de ellos) me reuní con el equipo del
maestro (Shinzaburo) Takeda, que es otra escuela y tiene otros actores
culturales. La idea es interactuar también con la sociedad civil. —Sobre la recién anunciada inversión para la
rehabilitación de espacios culturales, al teatro Alcalá se le asignarán 3.5
millones de pesos y al Museo Estatal de Arte Popular 9 millones. ¿Cómo se
etiquetaron uno y otro recurso? —Yo estuve en la coordinación del gabinete social
y puedo presumir que fui parte del esfuerzo para que se diagnosticara el estado
de los distintos centros culturales. Después de una visita al Centro de las
Artes de San Agustín (CaSa) con el gobernador, y una reunión posterior, se
acordó hacer ese diagnóstico y con base en él se hicieron algunos presupuestos. —¿De qué año me habla? —Apenas. Del año pasado. —Pero el presupuesto de 4 millones de pesos
destinado al teatro Alcalá es de hace tres años y respondía a otras
necesidades, en ese momento, urgentes del teatro. Hoy las necesidades ya no son
las mismas, pero el presupuesto sí… —(Pausa) Seguramente es insuficiente.
Necesitamos una gran inversión para fortalecer los espacios culturales, pero
también estamos invirtiendo en el Museo de Arte Ritual Comunitario y también en
el Álvaro Carrillo, que es todo un calvario porque hay una entrega que no es
entrega porque la obra está en conflicto con ICA, que es de Televisa. El
gobierno del estado se tuvo que conflictuar con ICA y tuvo que recuperar
prácticamente por la fuerza el Álvaro Carrillo. Entonces nos encontramos con
una pieza arquitectónica, de arte, que desarrollaron Mauricio Rocha y Tatiana
Bilbao, pero nada más. —¿Se va a respetar entonces el proyecto
ejecutivo original o se modificaría, y en qué porcentaje? —No vamos a modificar el proyecto sin la
aprobación de Tatiana y Mauricio. Van a participar, y ya se está hablando con
ellos porque no vamos a lastimar la obra de tan importantes arquitectos, pero
tenemos encima el conflicto y necesitamos una inversión importante porque
queremos que este año quede. Oaxaca necesita de ese espacio. —¿Y cuándo prevén que el conflicto se solucione
si ya contemplan mudarse en dos meses? —Es más, queremos entrar la otra semana, a la
brevedad posible. —Pero no se puede… —Sí, sí se puede, hay un mecanismo legal aun
con el conflicto, y eso se puede seguir litigando. El tema es arrancar los
trabajos allá. Se está presentando una propuesta para que ellos (Rocha y
Bilbao) le den el visto bueno y no se rompa con la unidad arquitectónica que
diseñaron. —¿Y esos ajustes, ¿quiénes los están haciendo? —El equipo del gobierno del estado, el que
tiene que ver con infraestructura. —En su comparecencia ante la Comisión de
Cultura del Congreso local, la diputada emecista Alejandra García Morlán le
planteó que no sólo basta con crear espacios o rehabilitar los ya existentes,
sino garantizar su operatividad. ¿Por qué abrir un espacio como el Museo de
Arte Ritual cuando hay otros que vienen arrastrando muchos males? —Porque esos que vienen arrastrando muchos
males también los vamos a corregir y sí tienen que funcionar. Yo no sé si voy a
estar como secretario otros cuatro días, cuatro meses o cuatro años, pero lo
interesante es dejar un legado al pueblo de Oaxaca. Podríamos decir que sólo
hay que consolidar lo que ya tenemos, pero no. —¿Y qué hay del proyecto para que Oaxaca tenga
una escuela superior de música o un conservatorio? —Vamos a acompañar la iniciativa del director y
de los padres de familia del CIMO (Centro de Iniciación Musical de Oaxaca) para
que sea una escuela con reconocimiento pleno y tenga la categoría que se
merece. Y lo vamos a hacer sí o sí. De lo otro, hay que consensuar el proyecto
con todos los involucrados. —En su comparecencia se refirió también al
rescate del logotipo del MACO (Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca)… —Tuve ya un primer acercamiento, un intercambio
telefónico con la familia del maestro Vicente Rojo (+). Vamos a tener una
entrevista y la familia Toledo nos está haciendo el favor de servir de puente
para tratar de rescatarlo (el logo). —¿Qué cuentas le entregó Víctor Cata de ese
caso? —Hizo su mayor esfuerzo. Se enfrentó a una
conflictividad muy alta, a un conflicto que tenía ya muchos meses polarizada a
la comunidad artística y cultural. Enfrentó incluso rechazos a la apertura (del
MACCO). Pero hoy, nuestra responsabilidad es consolidar el MACO. —En este tema hubo mucha opacidad porque, entre
otras cosas, nunca se dio a conocer de qué se habló con Rubén Leyva, Luis
Zárate, José Villalobos (Amigos del MACO)… —Acabo de recibir una comunicación de Rubén
Leyva y voy a dialogar con él en los próximos días. Es mi amigo, le tengo mucho
respeto a su trabajo, así como a Luis Zárate. Lo haré por separado porque
parece que no se juntan (risas). Vamos a hablar de esa parte y me tocará
transparentar lo que no se hizo transparente. —¿Va entonces con miras a que el MACO recupere
su nombre y por ende su logotipo original? —Por supuesto. Aspiro a que recupere su nombre
original, MACO con una C, el logotipo, pero sobre todo el camino a ser esa gran
institución que legó el maestro Rufino Tamayo, pasando por todos los demás. —¿Qué va a pasar con los extrabajadores del
MACO? —Ahí sí no tengo la respuesta. Te mentiría. Ni
siquiera conozco a detalle qué pasó con los extrabajadores del MACO. —¿Le interesa conocer la problemática? —Este… la verdad es que la tarea que tengo es
enorme, y seguramente ellos pudieron ya tener un acercamiento con el gobierno
del estado. —¿Qué hay de los públicos con un Oaxaca
transformándose producto de fenómenos como la turistificación y la
gentrificación? —Estamos enfrentándonos a varios fenómenos. El
primero es la globalización, que impacta todos los aspectos de nuestra vida
cotidiana y en las culturas de una manera radical. Tiene que ver, incluso, con
fenómenos de crimen global. Hoy por hoy, la trata de personas es el fenómeno
criminal que le resulta más rentable a los delincuentes. Oaxaca sigue siendo
una zona de mucho tránsito y las mafias internacionales de trata de personas
por supuesto que están impactando. El segundo fenómeno tiene que ver con la
gentrificación de las ciudades que son tan visitadas como Oaxaca, pero ha
sucedido en ciudades de Europa como Venecia, Roma, Madrid; sin embargo, de las
ciudades de América Latina, Oaxaca es en la que más sabe la gente qué es la
gentrificación… —Claro, porque la vive… —Pero también se vive en Buenos Aires o en
Cartagena de Indias… —Pero Oaxaca tiene características propias… —Porque somos un estado altamente politizado,
el más politizado de México. Pero si a esos fenómenos le sumas el hecho que
somos un punto de interacción mundial por el Corredor Interoceánico, la
ecuación se vuelve por demás compleja porque no sólo va a llegar el capital,
sino también las mafias y gente de todas las culturas, y si se desarrolla a la
velocidad en la que lo está haciendo, la única manera para que Oaxaca no rompa
sus valores culturales es promover la cultura. Entonces tenemos que diseñar un
programa de desarrollo cultural para el Istmo de Tehuantepec, y es un reto para
los gobiernos estatal y federal: afianzar el tejido social… porque podemos
convertirnos en un estado frontera. —¿Usted se apuntó a la Seculta o el gobernador
lo invitó? —Me invitó, y sorpresivamente. La tarde del 23
de diciembre me convocó a su oficina y me invitaron a pasar a la sala Flores
Magón, me colocaron un micrófono en la solapa y se grabó ese video que se quedó
grabado y se transmitió el 31 de diciembre anunciando el nombramiento. —Se dice que a diferencia de Víctor Cata,
Flavio Sosa sí tiene poder de decisión, cancha libre…
—Ándele pues, háganme la buena (risas). Tanto
así, no, solamente soy su amigo y su secretario de cultura. Nada más.
