Los quejosos solicitaron el apoyo del alcalde, Arturo Figueroa Vargas, pues desde hace días no cuentan con el líquido y han tenido que rentar pipas de agua o hacer acarreo de pozos particulares.

“El alcalde se lava las manos. Ya pasaron varias administraciones, pero con él ni siquiera hay pretextos: simplemente no le importa que vivamos sin agua”, denunció una vecina.

La falta de mantenimiento en el sistema Miguel Hidalgo y la nula inversión en infraestructura hidráulica reflejan el abandono institucional en el que vive Amatlán. No se trata de una falla técnica casual, sino de una cadena de omisiones; por lo cual de continuar la problemática amenazaron con bloquear la carretera federal.