EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN
ALEJANDRO LEYVA AGUILAR
TWITTER: @leyvaguilar
Hace unos días escribía en que no podemos
juzgar de corrupto al “presidente” así con minúsculas y entre comillas solo
porque ha quedado demostrado que Manuel Bartlett y Citlali Ibáñez Camacho
(Yeidckol Polevnsky), lo son. Las acciones corruptas de dos, 10 o 100 de los
miembros de Morena, no representan la reputación de los millones de afiliados a
ese controvertido partido político, compuesto de la escoria de los demás. Sin embargo, no hemos escuchado del dueño de Morena,
es decir de don López, un deslinde de los actos de corrupción en su gobierno
por parte de un cachorro de la Transformación de Cuarta (el hijo de Bartlett),
ni tampoco ha dicho ni pío en el escandaloso fraude al interior de su creatura
(Morena). El que calla, otorga dice la sabiduría popular,
por eso el líder del PRI Nacional Alejandro Moreno Cárdenas hace bien en dos
cosas: primero deslindarse de los priistas que por acción u omisión hayan
infringido la ley y segundo que ponga todos los documentos a disposición de la
fiscalía federal, relacionados con el fraude que presuntamente cometió César
Duarte Jáquez. Así como no todos los de Morena, incluido don
López son cómplices de Barlett y Yeidickol, así tampoco todos los priistas son
cómplices de los gobernadores de ese partido que están purgando una condena en
alguna de las cárceles del país por peculado o por lo que se les impute. El PRI, tanto como amlo tiene una capacidad impresionante
para reinventarse. Don López fue priista, después perredista, luego creó su
propio partido para hacerse de recursos y de una candidatura segura; el PRI ha
gobernado el país con varias siglas: PRM, PNR y finalmente PRI; ha perdido la
presidencia de México en dos ocasiones y se ha vuelto a reinventar para estar
vigente. Si amlo tiene en el Congreso y en algunos
estados de la República aliados bien definidos, esos son, además de sus
incondicionales los priistas y sus rémoras que son los del Verde Ecologista...
el PRI sabe jugar bien de comparsa mientras las acciones sirvan a la gente,
pero cuando debe enseñar los dientes y sacar las garras, sabe hacerlo muy bien. Alejandro Moreno Cárdenas es un joven político
campechano que no solo es líder nacional del PRI, también representa a una
generación de políticos que fueron preparados e instruidos en las mejores
escuelas del orbe, para trabajar por este país y claro que miden sus pasos para
estar en cada jugada política nacional pisando muy fuerte. Deslindarse del pasado, es algo que deben hacer
porque los errores de quienes gobernaron México bajo las siglas del PRI, no
representan ni al instituto político como tal, ni a millones de mexicanos
militantes y simpatizantes de ese instituto político. La cara del PRI, no debe ser la de los Bartlett,
de los Monreal, de los Lozoya, Videgaray, Peña, Osorio Chong, de los Duarte, de
los Villanueva o los Hank; el rostro del PRI debe ser de personajes nuevos,
calificados, preparados, expertos en administración pública y con un gran
sentido social; políticos sensibles, sencillos que puedan acercarse a la gente
aún y con la carga que las siglas del PRI representan bajo su personalidad. Esa
losa, deben saber llevarla a cuestas. La cara del PRI, debe ser de una oposición
pensante que avale y apoye decisiones del gobierno federal que vayan en pro del
desarrollo de México y los mexicanos y repruebe fuertemente cada error que
pueda sumir al país en un hoyo sin salida. Ningún partido político ha tenido la
capacidad de ser una oposición inteligente y ese liderazgo lo deben asumir los
priistas que hoy están al frente de ese Instituto Político porque la única
oposición visible, es la del Partido Acción Nacional y especialmente del ex
presidente Felipe Calderón, pero más que oposición, es una confrontación la que
vemos casi a diario con el gobierno federal. México así no puede crecer, por eso es bueno
que Alito Moreno comience a verse en el concierto nacional como una oposición
inteligente, propositiva, progresista, puntual, objetiva que busque con sus
hechos y sus dichos, construir una nueva realidad partidista, que alcance una
muy buena votación en 2021 y tenga una representación en el Congreso que le
permita seguir construyendo la grandeza de México. Me parece que ninguno de los priistas de esta
nueva generación piensa diferente, ellos saben cuál es el mejor camino, aunque
para eso tengan que reconocer que si hubo y quizá haya militantes del partido
que no sean dignos de su declaración de principios y sus documentos básicos. Y, primero lo primero, reconocer esos errores y
deslindarse de quienes lo cometieron. #quedateencasa @leyvaguilar Instagram: leyvaguilar
