PROSA APRISA
Arturo Reyes Isidoro
TWITTER: @REYESISIDORO
¿Quién filtró el video? Diversas preguntas me dejaron la imagen del candidato
Ricardo Ahued cayendo accidentalmente sobre el agua que inundó una casa por la
tormenta que cayó sobre la capital del Estado el miércoles pasado. Luego de ver la despiadada lluvia de memes y de críticas en
su contra en las redes sociales, me pregunté quién había filtrado el video, que
se volvió viral, porque me niego a creer que él haya ordenado que se
difundiera. Traté de imaginarme primero quién había filmado lo
ocurrido. No descarté que hubiera sido alguien de la familia afectada y
entonces me dije que, si ellos habían sido los autores de todo, no se valía,
que eran unos mal agradecidos. Me pregunté por qué alguien de la casa, cuando lo vio
avanzar, no le advirtió que había un escalón o un desnivel y por qué nadie
acudió para intentar auxiliarlo. Por lo estrecho del pasillo que lo llevó a
caerse, no cabía más que una persona filmando. Mucho me llamó la atención que el video empezó a circular,
casi estoy seguro, en chats de sus contrincantes políticos y de ahí inundó las
redes sociales. Eso me llevó a otra interrogante: ¿por qué primero a ellos se
les hizo llegar? Sin duda, sabían que el material era explosivo y que podían
usarlo en su contra, como sucedió. ¿El enemigo en casa? No creo que en su equipo de campaña haya pasado inadvertido
el efecto negativo, masivo, dañino a su imagen en las redes sociales y en los
grupos de chats, pero no trascendió qué pasó, si es que pudo haber pasado algo,
con el autor de la imagen. ¿Algún auxiliar directo suyo? ¿Alguien de la familia
afectada? ¿Alguna persona de su equipo de prensa? ¿Un espontáneo que advirtió
su presencia y lo fue siguiendo entre el agua para tratar de quedar bien con
él? ¿Alguien al servicio del secretario de Gobierno? Quién haya sido, lo hizo
en forma deliberada para dañarlo, y lo logró. ¿Dónde está el presidente municipal, Hipólito Rodríguez
Herrero?, me pregunté también. Él fue quien debió haber estado recorriendo la
ciudad, visitando los sitios inundados, supervisando las casas dañadas,
llevando auxilio, apoyos, palabras de aliento, ordenando medidas de remediación
y preventivas porque las lluvias van a continuar, coordinando brigadas de
protección civil. El señor es una nulidad total. Se informó que más de 300
viviendas resultaron con daños y hasta ayer no se sabía que hubiera hecho un
recorrido para planear tareas de rescate, de limpieza. Lo ocurrido con el
senador con licencia Ahued lo exhibe en toda su dimensión: como autoridad
municipal de Morena es una incapacidad y una indolencia en toda su dimensión,
un fiel exponente de la falta de solidaridad con la población que representa. Pero si no él, ¿dónde estaban los titulares de Protección
Civil del ayuntamiento y del Gobierno del Estado?, porque preguntar dónde
estaba el gobernador Cuitláhuac García resulta ocioso. El accidente del maestro
Ahued sirvió para exhibir en todo lo que cabe la inutilidad de estos gobiernos
de Morena y cómo los veracruzanos están a su suerte o a la buena de Dios. ¿Dónde estaba el secretario de Infraestructura y Obras
Pública para, sobre el terreno de los hechos, proyectar las grandes obras que
pongan fin al problema? Me pregunté también por qué no lo acompañaban las
candidatas y los candidatos a diputados locales y federales de Morena, quienes,
en cambio, se cuelgan de su nombre y de su persona solo para las fotos y para
tratar de cosechar votos a su costilla, como se vio el domingo pasado. Pero conforme a mi me caía otra tormenta, un verdadero
diluvio de memes, de críticas en su contra en tuits, en los muros de Facebook,
en mi cuenta de WhatsApp, me preguntaba por qué lo dejaban solo. No supe que
nadie ni de su equipo, ni del gobierno, ni sus promotores del Congreso local,
ni los otros candidatos de su partido, nadie intentó alguna defensa o al menos
una justificación de su proceder. ¿Dónde están los diez mil “convencidos” –según presumieron–
que lo siguieron el domingo, que ninguno lo defiende?, me preguntaba. ¿Al menos
uno? En cambio, debo decirlo, se comunicaron conmigo otros
candidatos a la alcaldía para lamentar lo que le había sucedido y mostraban
preocupación porque no se hubiera lastimado, recordando que algunos meses atrás
había sufrido una caída en su casa. Pero, también me preguntaba, por qué lo hizo. Ya Mauricio
Cuevas Gayosso había dicho, atinadamente, que él, su amigo, “no tiene necesidad
de esto”. También coincido. La inundación de memes y críticas que hubo en las redes
sociales debió, seguramente, eso creo, ponerlo en alerta de que es engañoso lo
que intentan en palacio de gobierno con los acarreos masivos, con las amenazas
a la burocracia con despedirlos de su trabajo si no acuden a marchas y se suman
a los candidatos de Morena, para hacer creer que ya por eso tienen el triunfo
seguro. Ya solo faltan 18 días, sí, 18, para que terminen las
campañas, 22 para ir a las urnas. Todavía le queda tiempo para hacer los
ajustes que tenga que hacer para tratar de salir avante, pero ya vio, ya tuvo
una muestra palpable, de que el enemigo lo tiene adentro, a menos que todo haya
sido planeado para que así sucediera y las reacciones que se iban a producir.
Todo es posible. Ahora, a ver si a los burócratas no los obligan este fin de
semana a ir a limpiar casas, calles, sitios públicos, a nombre de Morena, como
el año pasado los obligaron a salir a chapear y a recoger maleza. Leo, de Morena, de los que va bien A Leo Herrera, candidato a presidente municipal de Úrsulo
Galván, por Morena, lo conocí desde que era estudiante, hace más de 23 años.
Estando en la función pública, me tocó entregarle un diploma. Sé que es un
muchacho apegado a sus raíces, ampliamente conocido en el municipio porque
nunca ha perdido contacto con sus habitantes y, por eso mismo, conoce muy bien
los problemas y las necesidades de la demarcación que pretende gobernar. Lo he estado siguiendo en su campaña, recorriendo todas las
comunidades, en realidad visitándolas de nuevo porque tiene mucho tiempo
caminándolas. Originario de la comunidad Zapotito, he visto las imágenes de sus
recorridos lo mismo en Chachalacas que en La Gloria, en Monte de Oro, en Paso
del Bobo, en Jareros, en Cempoala, etc., y además por las referencias de
conocidos de aquellos lugares todo indica que se encamina a un triunfo. He conocido la zona porque, entre cañales, bajo el intenso
sol, pero también disfrutando la brisa del mar, de la costa del Golfo de
México, lo he acompañado y he visto y sé de su trabajo de siempre para ayudar a
las comunidades del municipio (y también en bailes de danzón, muy propios de
esos pueblos). Si llega a la alcaldía, no tengo duda que será un buen servidor
público. Un candidato y una campaña singulares Al inicio de su campaña, Víctor Hugo Arteaga, candidato de
Redes Sociales Progresistas a diputado local por el distrito X de Xalapa dijo
que apostaba a la pluralidad de ideas que sumara a la democracia. Dicho y
hecho. Una de sus formas de hacer campaña ¡es entrevistar a
candidatos de los demás partidos! e intercambiar ideas con ellos, porque
resulta que además de aspirante a legislador es un periodista, muy buen
periodista, como que fue quien investigó (desde 2013 hasta que su trabajo se
publicó en 2016 en el portal Animal Político) y puso al descubierto todo
el entramado de las empresas fantasmas de Javier Duarte, que hoy lo tienen en
prisión, y por lo que ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2016. El miércoles pasado me invitó a compartir su espacio radiofónico
“Diálogos Progresistas” (pasa de lunes a viernes, desde las 8 de la mañana, por
Facebook Live) y resultó una grata experiencia hacer un repaso, en forma
conjunta, del escenario político, pero, además, hacer campaña con él, así, de
esa forma. Algo inédito, sin duda, e interesante.
