PROSA APRISA
Arturo Reyes Isidoro
Twitter: @ReyesIsidoro
Gutiérrez Luna da lección de oficio político al
cuitlahuismo Cuánta diferencia. El gobierno federal está a punto de dar
una severa lección de experiencia y de oficio político al del estado; lo mismo
la mesa directiva de la Cámara de Diputados a la Junta de Coordinación Política
(Jucopo) del Congreso local. Una de las tres grandes reformas constitucionales que
pretende el presidente Andrés Manuel López Obrador es la Reforma Política –las
otras son la Reforma Eléctrica y que la Guardia Nacional pase a la Secretaría
de la Defensa Nacional. Pero a nivel federal, el operador para tratar de sacarlas
adelante en la Cámara de Diputados, veracruzano de Minatitlán, Sergio Gutiérrez
Luna, presidente de la Mesa Directiva de la nueva LXV Legislatura, acaba de
anunciar que para la electoral realizará un amplio análisis nacional, plural,
para escuchar todas las voces posibles. La medida podría allanarle el camino para que alcance la
mayoría calificada de votos, 334 de 500, que la diputación de Morena, sola, no
tiene y que no logra alcanzar aun con sus satélites el PT y el PVEM. Hasta
ahora su mira está puesta en la bancada del PRI para lograrla. El paso anunciado por Gutiérrez Luna podría dar lugar a una
negociación con la oposición e incluso alcanzar consenso con todos los partidos
que la integran. El viernes, en Chihuahua, luego de participar en el Foro
Nacional Balance Electoral de 2021, con miras a las elecciones que habrá en
2022, 2023 y 2024, expresó que la ruta para analizar la reforma debe recoger
diversas visiones y propiciar un diálogo abierto entre diferentes actores, no
solo entre partidos políticos y legisladores. Dijo que en el análisis deben participar integrantes del
Poder Judicial federal y locales, el Instituto Nacional Electoral, litigantes
en la materia, así como excandidatos hombres y mujeres, pues “todas las
experiencias serán valiosas y entre más pluralidad haya para conformar una
norma, más legitimidad, garantía y seguridad prevalecerá”. “Es importante escuchar las reflexiones más plurales
posibles. Si bien hay visiones válidas de la judicatura electoral, es
importante nutrirlas con perspectivas de la academia, del Legislativo y
litigantes; esa debe ser la ruta en la Cámara para la reforma electoral”,
opinó. Aseguró que el derecho electoral se ha creado en los
tribunales, más que en las leyes, que solo dan un parámetro para la
interpretación de los órganos jurisdiccionales, y que “las leyes quedan
rebasadas frente a la realidad social y política”, por lo que es
responsabilidad de las y los diputados hacer adecuaciones para adaptar la norma
a la realidad; “por eso, la importancia de la interlocución”. Pretenden, pues, actuar en forma correcta, no dándole la
espalda al pueblo y con el operador adecuado. Bien dice el dicho que para que
la cuña apriete debe ser del mismo palo. El cuitlahuismo hizo todo en lo oscurito De espaldas al pueblo y a su representación en la llamada
más alta tribuna del estado, el 12 de mayo de 2020 el cuitlahuismo presentó, de
último momento, una iniciativa de Reforma Electoral que su bancada aprobó al
vapor, primero en la Comisión Permanente de Justicia y Puntos Constitucionales
y luego en el pleno, sin respetar el término mínimo de 48 horas que se requería
para que los diputados lo conocieran y analizaran con detenimiento. Se trató de
un verdadero albazo legislativo, fuera de la ley, porque se violó el principio
de deliberación parlamentaria. La iniciativa no se dio a conocer oportunamente
a ningún legislador, ni siquiera a los de Morena. Desde el palacio de gobierno actuaron como si se tratara de
un hecho delictivo porque actuaron en forma subripticia. Era una reforma que no
atendía al interés de los veracruzanos y por lo mismo no se les consultó, ni a
los partidos políticos ni a sus representaciones legislativas. Lo pagaron caro. La oposición la impugnó y la Suprema Corte
de Justicia de la Nación la echó abajo. Fue un palo tanto para el gobernador
Cuitláhuac García Jiménez como para el presidente de la Junta de Coordinación
Política, Juan Javier Gómez Cazarín. Ahora, desde el altiplano, les van a
enseñar cómo se hace. Cuitláhuac destapó a Rocío Nahle ante su equipo Fuentes internas de la administración estatal comentaron al
columnista que recientemente el gobernador Cuitláhuac García Jiménez enfrió a
todos los acelerados de su equipo de gobierno que se creen candidateables para
la gubernatura, al reunirlos y decirles que el presidente López Obrador ya
determinó que la señora Nahle sea la candidata. El anunció habría desquiciado a varios, quienes dijeron que
de todos modos van a seguir trabajando en su aspiración “por si algo se
presenta”. Uno de los más rebeldes a aceptarlo sería el secretario de
Educación, Zenyazen Escobar García. El comentario adentro es que el subsecretario de Finanzas
Eleazar Guerrero Pérez, como reacción, tomó la decisión de empezar a acercarse
a actores políticos de Morena y de otros partidos con la intención de formar su
propio partido político para buscar su postulación a un cargo de elección
popular, o, en última instancia, para integrar un grupo con el cual hacer
presión para que en el próximo gobierno le den posiciones en la administración
pública y en el Congreso local. De acuerdo a las fuentes, otra determinación tomada desde
el altiplano es nombrar a un presidente formal del comité estatal de Morena,
que no será Esteban Ramírez Zepeta. El cambio se hará el próximo año. Pero también fuentes políticas de la Ciudad de México, que
merecen crédito, dijeron al columnista que la propia señora Nahle ha comentado
en círculos de políticos de Morena que mantiene un acuerdo con el senador con
licencia y alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued, pues el presidente habría
dicho que si ella no resulta candidata a la gubernatura, entonces será él. Pero esto apenas empieza. Mucha agua ha de correr bajo el
puente todavía. Por lo que hace al gesto de Juan Javier Gómez Cazarín con la
alcaldesa electa de Veracruz Paty Lobeira, el martes de la semana pasada,
podría inscribirse en la decisión que se habría tomado ya de invitar al
gobierno estatal a políticos de otros partidos, como lo hizo el presidente
López Obrador con los gobernadores salientes de Sinaloa, Quirino Ordaz Copell,
del PRI, y de Nayarit, Antonio Echavarría García, del PAN.
