“Nos sentimos molestos, decepcionados y tristes porque ninguno de los presidentes municipales nos ha tratado como seres humanos, todos ignoran las razones de nuestra migración y cierran los ojos a la presencia de niños y mujeres”, lamentó el coordinador de la caravana, Ulises Ortiz.

Informó que en Santo Domingo Ingenio les dejaron entrar al centro de la población, pero nadie de las autoridades apareció para preguntar si necesitaban agua o si alguien requería servicio médico. “Ya nos vamos acostumbrando a la mala cortesía”, dijo.

Ulises Ortiz informó que el número de migrantes de la caravana aumentó, pese a que el gobierno de Oaxaca aseguró que se iba haciendo más pequeña. “Yo creo que somos como 2 mil 500 ya, porque muchos vienen atrás y en cada punto donde descansamos, se unen más y más”, dijeron los coordinadores.

Ante las circunstancias que han enfrentado los migrantes en los municipios istmeños, los integrantes de la caravana informaron que finalmente renunciaron a seguir caminando hacia Juchitán, donde según un ofrecimiento de tregua que les habían propuesto las autoridades migratorias, tendrían 48 horas de tránsito libre en autobús para poder viajar a la Ciudad de México.

“Descubrimos que fue una mentira más de los corruptos del Instituto Nacional de Migración (INM), ellos ofrecieron una tregua, pero desde ayer interrumpieron la comunicación y por esa razón y otras, como el hecho de cobrar derecho de paso, ya no se confía en ellos”, dijo el dirigente.

Ortiz explicó que, al renunciar a la ruta de Juchitán, optaron por seguir caminando, tal vez desde La Ventosa, comunidad juchiteca, hacia la ciudad de Matías Romero y luego de descansar, seguirán hacia Medias Aguas, Veracruz.