EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN
Francisco Alejandro Leyva Aguilar
X: @leyvaguilar
Ayer, mientras
terminaba de escribir la columna, sicarios asesinaron a dos mujeres en la
capital oaxaqueña, dos mujeres que por su condición de indígenas triquis, eran
más vulnerables que cualquiera y además eran lo suficientemente visibles como
para que los inútiles del gobierno del anodino Salomón Jara, les hubieran
brindado SEGURIDAD. Virginia y Adriana
Ortiz García, fueron dos indígenas triquis que vendían artesanías en el centro
histórico, luego de terminar su vendimia, tomaron un taxi de la Alameda de León
que las llevo a su domicilio en el centro de la ciudad de Oaxaca de Juárez. Al descender del
transporte público, fueron atacadas a balazos por dos sujetos que viajaban en
una motocicleta y ahí les dieron muerte. El chofer del taxi también resultó
lesionado y fue trasladado a un hospital para su atención médica, sin embargo
Virginia y Adriana perdieron la vida en el acto. Ambas mujeres fueron
hermanas de integrantes de la dirigencia del Movimiento Unificador de Lucha
Triqui (MULT) Emelia y Eleazar Ortiz García, quienes habrían reportado en 2007
la desaparición de Daniela y Virginia acaecidas en 2007 y que hasta la fecha se
desconoce su paradero. Como podemos darnos
cuenta, ambas mujeres indígenas triquis, eran posibles blancos de los enemigos
del MULT en especial del Movimiento Unificador de Lucha Triuqui Independiente
(MULTI) cuyo conflicto mantiene en la zozobra a más de 23 comunidades indígenas
de esa conflictiva región y que se ha trasladado ya a la capital del estado. Apenas el lunes pasado, el gobierno del anodino “gobernador”, así en minúsculas y entre comillas
Salomón Jara Cruz, habría dicho que en Oaxaca no hay tal violencia y que los
medios de comunicación exageramos lo que pasa, sin embargo los asesinatos en
las regiones del estado, en los municipios conurbados y en la propia capital,
no cesan y se cometen con toda impunidad. Del 4 de octubre a la
fecha, llevamos al menos 8 mujeres asesinadas en diferentes hechos y hasta este
momento, no hay un solo pronunciamiento de la Secretaría de la Mujer que dirige
Anahí Monserrat Sarmiento Pérez que, como todo el gobierno de Oaxaca, ni ata,
ni desata pero si cobra su jugoso y riguroso sueldo mes con mes. Otras que están mudas y
que no se pronuncian para absolutamente nada, son las diputadas del Congreso
oaxaqueño que, son mayoría en la Cámara y que por SORORIDAD, deberían de
pronunciarse y promulgar leyes para la protección de las mujeres y penas más
severas en nuestro código penal para los feminicidas y los violentadores. Por cierto, gracias
Rosario Reyes por el dato de que las diputadas oaxaqueñas han hecho mutis ante
la hola de feminicidios registrados apenas en una semana en nuestro estado
porque en verdad ellas deberían alzar la voz y exigirle al inútil gobernador
oaxaqueño que disponga de más recursos y más elementos para la protección de
todas las mujeres, en especial de las que, por su actividad, su profesionalismo
o su condición, estén más expuestas que las demás como en el caso de Virginia y
Adriana Ortiz García. El ataque a las dos
mujeres triquis perpetrado en las primeras horas de ayer miércoles, no fue para
asaltarlas, no las confundieron, ni tampoco fue un accidente, sino un ataque
directo y exitoso, lo que no se puede catalogar como un asesinato sino como un
feminicidio porque ellas fueron ejecutadas como objetivo primordial de los
perpetradores y se valieron del hecho de que ellas no portaban armas y estaban
totalmente indefensas y desprotegidas, además ajenas a lo que les pudiera
pasar. La Fiscalía de Justicia
del Estado de Oaxaca y su titular Bernardo Rodríguez Alamilla debe poner todo
su empeño, su talento, su inteligencia y sus recursos para dar con los
responsables y castigarlos con la pena que se les imputada los feminicidas y
debe hacerlo pronto. No vaya a ser que el
muy limitado e irresponsable Secretario de Gobierno Jesús Romero vaya a decir
en su próxima conferencia que las mujeres triquis “vendían cosas ilícitas” y
por su actividad fueron asesinadas para lavarse las manos y evitar su responsabilidad
en esta ola de feminicidios. @leyvaguilar Instagram: leyvaguilar_ Facebook: Francisco
Alejandro Leyva Aguilar