ZONA CRÍTICA
Ismael García M.
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Oaxaca, Oax., a 7 de
abril de 2025.- A una semana de su entrada en vigor, sociedad y gobierno aún no
hemos dimensionado los enormes beneficios de la medida gubernamental de
prohibir los alimentos “chatarra” en las escuelas públicas del nivel básico. Tan vital para la salud
del ser humano, especialmente de la niñez, la ley para evitar el consumo de
frituras y bebidas edulcorantes, que a la mayoría de los mexicanos sólo se les
ha ocurrido hacer “memes”. Y tan importante
también la lucha en contra de compañías transnacionales que día con día matan a
miles de personas con sus productos, que se ha dejado de lado la reacción de
los dueños de dichas compañías multimillonarias. Pero, si es de enormes
beneficios para nuestra niñez el evitar graves problemas de salud, ¿entonces
por qué la Presidenta Claudia Sheinbaum promueve chocolates “Bienestar”, pese a
que tienen sellos de advertencia de dañinos para la salud? Este anuncio comercial
solamente se entendería si es para promocionar la marca de chocolates “Rocío”…
de la familia presidencial López Obrador. LA MEDIDA Hace una semana, el
pasado 29 de marzo, entró en vigor en todo el país la prohibición de venta de
comida “chatarra” en todas las escuelas del país, como parte del programa «Vida
Saludable» impulsado por el gobierno federal. Así, queda prohibido
vender o promocionar alimentos ultraprocesados con altos contenidos de azúcar,
grasas saturadas, grasas trans y sodio en las cooperativas y tiendas
escolares. Entre estos productos
se encuentran refrescos, frituras, dulces, chocolates, pastelitos y otros
productos similares identificados con sellos de advertencia. Uno de los principales
argumentos es que el país ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial en
obesidad infantil y juvenil. De acuerdo con la
última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del Inegi, el 37% de
los niños y niñas de entre 5 y 11 años presentan obesidad. Mientras que según
datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), México vive una pandemia de
azúcar y obesidad, pues siete de cada 10 adultos tienen sobrepeso, así como
cuatro de cada 10 niños. Entre otros objetivos
del programa, está prevenir las adicciones; promover la actividad física y la
práctica deportiva; mejorar la salud mental, la salud bucal y la salud visual. Claro, hay sanciones
severas para quienes expenden este tipo de alimentos “chatarra” en el interior
de los planteles educativos… aunque la norma no es tan rígida ni clara en el
exterior de las escuelas. Pero fue desde
noviembre del año 2023 en que el Senado de la República aprobó reformas a la
Ley General de Educación, para prohibir la publicidad y restringir la venta de
alimentos “chatarra” al interior y en las inmediaciones de los planteles
educativos de todo el país. OAXACA A LA VANGUARDIA Desde hace por lo menos
cinco años, Oaxaca se ubicó a la vanguardia nacional con esta medida. Fue en septiembre de
2020, en la 64 Legislatura, a propuesta de la entonces diputada por Morena,
Magaly López Domínguez, en que entró en vigor reformas aprobadas para prohibir
los alimentos “chatarra” para toda la niñez. Los legisladores
avalaron un dictamen un artículo 20 Bis a Ley de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes para prohibir la venta, regalo y suministro a menores de edad de
bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico. La medida, presentada
en noviembre de 2019 por la diputada López Domínguez, detalla que la
prohibición también es para escuelas de nivel básico y medio superior, así como
máquinas expendedoras. Sin embargo, enfrentó y
ha enfrentado una serie de resistencias, no solamente por las grandes empresas
trasnacionales, sino por las propias instituciones oficiales. La Secretaría de Salud
o Servicios de Salud de Oaxaca, principal responsable de vigilar la aplicación
de esta medida, jamás actuó contra quienes venden, vendían o siguen vendiendo
este tipo de alimentos dañinos para la salud. CHOCOLATES LÓPEZ A nivel nacional, en
octubre de 2019, el Poder Legislativo federal aprobó una ley que condujo a la
adopción de un sistema efectivo de etiquetado frontal, y en enero de 2020 se
aprobó la enmienda a la Norma Oficial Mexicana sobre las especificaciones de etiquetado
de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados (NOM-051). Así, todo producto
alimenticio dañino, con exceso de azúcares, grasas y sal, deben llevar un sello
de advertencia Por eso, con todo ese
contexto, no se entiende cómo es que la Presidenta de México, Claudia
Sheinbaum, se volvió promotora de los chocolates “Bienestar”, que impulsa la
dependencia del mismo nombre. Incluso, dijo que
tienen más cacao y menos azúcar; pero la realidad es que el producto tiene
mitad y mitad de los ingredientes. No obstante, en su
envoltura tiene los tres sellos de advertencia por su alto contenido de
calorías, azúcares y grasas saturadas. Apenas el pasado
viernes 4 de abril, la Presidenta defendió el producto y dijo que aunque tiene
los sellos, “tiene menos azúcar que otros productos”. Y todavía, aseguró que
la elaboración del artículo no promoverá el consumo de azúcar en México, por lo
que su producción únicamente se mantendrá en tres presentaciones a
disponibilidad: de mesa, en barra y en polvo. Lo extraño es que,
justamente, los hijos del Presidente Andrés Manuel López Obrador tienen una
fábrica de chocolates, “Rocío”, que ha crecido de manera importante en los
últimos años. ¿QUÉ VAMOS A HACER? Está visto pues, que a
pesar de las leyes y normas, ni las propias autoridades están interesadas en
cuidar la salud de la niñez. Porque primero están
los intereses comerciales, los de las grandes compañías, principalmente
trasnacionales, que día con día aumentan sus ganancias sin importarles los
grandes daños a la salud de la población en general, pero principalmente de la
niñez. Pero entonces, ¿por qué
no empezar desde casa? En realidad eso debiéramos hacer con leyes y sin leyes.
Consumir menos refrescos, menos frituras, menos grasas saturadas; alentar el
consumo de frutas y verduras y otros alimentos saludables. Así que, no esperemos
que las autoridades nos obliguen a hacer algo que podemos evitar, pero más aún,
demos real importancia a nuestra salud y a la salud de nuestros hijos.
