Renuncia presidente del OPLE en Orizaba acusan red de injerencia y posible fraude electoral
Alejandro Ávila
ORIZABA, VER.– Una
tormenta política sacude en silencio al Consejo Municipal del OPLE en Orizaba.
Desde hace días, el presidente del órgano, Josué Ramón Ubaldo Olvera, habría
renunciado en medio de fuertes diferencias con la secretaria del consejo, sin
que a la fecha exista acuerdo oficial de sustitución ni posicionamiento público
del OPLE Veracruz. El vacío legal e institucional generado es aprovechado por
actores con intereses partidistas. De acuerdo con fuentes
internas confiables, el consejero estatal Quintín Antar Dovarganes Escandón
estaría operando directamente para frenar la salida del presidente y evitar que
el escándalo escale, pese a que su intervención representa una clara intromisión
en las funciones del órgano colegiado municipal. Más grave aún, señalamientos
coincidentes apuntan a que Quintín estaría operando en coordinación con un
conocido mapache electoral que ha sido visto en distintos puntos de la ciudad
vinculado al equipo de campaña del candidato Hugo Chahín Kuri. El objetivo,
aseguran fuentes con conocimiento del caso, sería controlar desde adentro las
decisiones clave del consejo electoral municipal y facilitar condiciones para
un fraude electoral orquestado. La alerta máxima se
activó tras recibir reportes de que el equipo de Chahín tendría en su poder
reproducciones fieles de boletas, actas, sellos oficiales e incluso paquetería
electoral, listas para sustituir las originales en caso de que los resultados
no le favorezcan. Esto apunta a una operación perfectamente planeada, de carácter
ilícito, con respaldo de recursos y complicidades institucionales. Integrantes del consejo
municipal señalan que la presión, el desorden interno, la manipulación de
información y la filtración de datos estratégicos han sido constantes en las últimas
semanas, lo que ha imposibilitado el trabajo colegiado e imparcial que exige la
Ley Electoral del Estado de Veracruz. El OPLE, hasta el
momento, ha guardado un silencio absoluto, violando los principios de máxima
publicidad, legalidad y certeza. De no actuar de inmediato, la autoridad
electoral estatal corre el riesgo de convertirse en cómplice por omisión de un
proceso contaminado por intereses personales, estructuras paralelas y delitos
electorales en grado de tentativa. Este caso requiere
atención urgente de la presidencia del OPLE Veracruz y del Tribunal Electoral,
así como vigilancia directa del INE y organismos federales, para garantizar que
el proceso en Orizaba se mantenga dentro de los cauces legales y democráticos.
