AL PIE DE LA LETRA
Raymundo Jiménez
Twitter: @Rj_Espejodpoder
* BONILLA: ÚLTIMA ELECCIÓN El proceso electoral 2020-2021 será el último
que Alejandro Bonilla Bonilla conducirá como Consejero Presidente del Órgano
Público Local Electoral del Estado de Veracruz (Oplever), pues el 2 de
septiembre de 2022 se cumplirán los siete años para los que fue designado por
el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) en 2015. Por eso es apremiante que Bonilla encauce las
quejas y denuncias sobre presuntas anomalías ocurridas principalmente en la
pasada elección municipal, para que logre cerrar decorosamente su ciclo al
frente del Oplever. Esta no es la primera tormenta que sortea como
árbitro electoral. En la sucesión estatal de 2016 tuvo que apechugar la
descalificación de Miguel Ángel Yunes Linares, quien el domingo 27 de marzo de
ese año, al solicitar su registro como candidato de la alianza PAN-PRD a la
gubernatura, en una premeditada actitud de alevosía y ventaja –a sabiendas
de que los funcionarios electorales no le arrebatarían el micrófono para
rebatirle al instante– pretendió exhibir a Bonilla y al secretario
ejecutivo Alfredo Roa Morales al cuestionarles que “no tenemos certeza de
que ustedes sean la garantía ni la certeza porque lo que hemos visto es
que permiten que sobre su autonomía gravite el poder corruptor de Javier
Duarte y sus funcionarios”. El panista reiteró que “hoy tenemos a un
presidente de este organismo que es un presidente que ha trabajado para el
gobierno corrupto de Javier Duarte y un secretario ejecutivo que viene de
la campaña del PRI, como todos los sabemos”. Y queriéndolos ridiculizar,
Yunes Linares les espetó a Bonilla y a Roa Morales: “Ustedes tienen
espacio para jugar en un espacio político y ese espacio es el PRI, y por
eso los exhorto a que no simulen imparcialidad, a que ustedes se sumen a
la campaña del PRI, que es de donde provienen, de donde se originan. No
vengan aquí a engañar a los veracruzanos y decir que este proceso será
imparcial”. Sin embargo, casi tres meses después, el domingo
12 de junio de 2016, Yunes se volvió a presentar ante el Oplever para recibir
la constancia que legalmente lo declaraba como “Gobernador electo”, pero
con otro discurso diametralmente opuesto. Con otro semblante y la
egolatría desbordada por recibir la constancia de mayoría –aunque en la
sede priista sugerían aguardar el veredicto final del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación– el virtual sucesor de Javier Duarte
agradeció a los funcionarios electorales por defender su autonomía, prometiendo
públicamente que, en reconocimiento a ello, él jamás intentará vulnerar
la autonomía del órgano electoral. Yunes fue tan generoso que hasta felicitó al
consejero presidente Alejandro Bonilla por la labor realizada y le pidió
que por su conducto les extendiera su reconocimiento a todos los
integrantes del organismo electoral en el estado. “Me comprometo a que el órgano tendrá el más
absoluto respeto del gobierno del estado. Me comprometo a que mi gobierno
será un gobierno democrático y no apoyará a ningún partido político, un
gobierno que no participará en las elecciones, un gobierno que no desviará
recursos para apoyar a ninguna organización política, un gobierno que
luchará para que Veracruz recupere su prestigio”, agregando que el
prestigio de Veracruz fue lastimado en estas elecciones por la
intervención indebida del gobierno, “que termina hoy y termina para
siempre”, aseverando que “la democracia llegó para quedarse”. Y así se confirmó en 2018, cuando Yunes le
quiso heredar la gubernatura a su primogénito, al cual apoyó con todo el poder
y recursos del gobierno del estado. Sin embargo el Oplever, encabezado por
Bonilla, organizó una elección impecable, sin necesidad de recontar los votos
que terminaron favoreciendo apabullantemente al candidato de Morena, Cuitláhuac
García. Por eso ahora el consejero presidente del
Oplever debe “limpiar” sobre todo la elección municipal, que es la que más
dudas ha generado por presuntas irregularidades detectadas en las actas de
escrutinio. Y es que la elección de alcaldes es la que
siempre ha desatado más apasionamiento en el electorado veracruzano. No es casual que anteayer, mediante oficio
fechado el 8 de junio, el Oplever le haya solicitado al secretario de Seguridad
Pública del estado, Hugo Gutiérrez Maldonado, el apoyo de esa dependencia
estatal para “salvaguardar la documentación electoral como lo son: las boletas
electorales y demás documentos que se utilizaron en la elección, así como al
personal e instalaciones que lo albergan (…), a fin de brindar protección de la
integridad física y seguridad en las sedes de los 30 Consejos Distritales y 212
Consejos Municipales de este Organismo; solicitándole de manera muy especial y
prioritaria la de los 96 municipios que se mencionan en la relación que se
adjunta”, además de los Consejos Distritales de Huatusco, Misantla, Perote y
Coatepec. Ojalá que las pasiones políticas no se
desborden como antaño en Veracruz, que de por sí en este proceso electoral fue
el estado que ocupó el deshonroso primer lugar nacional en violencia política.
