PROSA APRISA
Arturo Reyes Isidoro
Twitter: @ReyesIsidoro
Un artículo de Alejandro Moreno, director de
Encuestas y Estudios de Opinión de El Financiero, da un filón que puede
explotar la oposición para enfrentar a Morena (al presidente) ante el proceso
electoral que viene. Hablo, por supuesto, de una oposición
organizada y unida, que por ahora no se ve. El 23 de diciembre pasado, el consultor
publicó un artículo (Las Encuestas) en el que, con base en el seguimiento que
le vienen dando a Andrés Manuel López Obrador en ese medio, se muestra y se confirma
que mantiene su popularidad entre adultos, pero que la ha perdido en forma
considerable entre los usuarios de las redes sociales, particularmente en los
de Twitter. Moreno diferencia entre quienes lo aprueban y
quienes no, con los términos usuarios y no usuarios de las redes sociales. El
seguimiento abarca de 2019 a noviembre de 2022. En 2019 prácticamente no hubo diferencia:
usuarios de Facebook lo aprobaban con 71%, usuarios de Twitter con 70% y no
usuarios con 68%. A partir de entonces vino a la baja, en general. Entre 2019 y 2022 perdió 15 puntos entre la
población adulta, no usuaria: bajó de 71 a 56%; entre los usuarios de Facebook
perdió 17 puntos al caer de 71 a 54%. El porcentaje fue mayor entre los
usuarios de Twitter: de 70 cayó a 44%, una pérdida de 26 puntos porcentuales. Tan solo para 2022, hasta noviembre, su
desaprobación alcanzaba 53%, señal de que seguía a la baja. El encuestador y analista admite que, si bien
no se trata de un público mayoritario, ya que en 2022 el 30% de la población
adulta dijo utilizar Twitter contra el 78% que mencionó que utilizaba Facebook,
Alejandro Moreno apunta que es en Twitter donde se da la discusión política más
álgida y que el público tuitero define, en buena medida, una importante faceta
de la opinión pública hoy día. No deja de señalar tampoco que AMLO ha
mantenido buena aprobación entre los no usuarios: 60% en 2019, 66% en 2020 y
2021 y 71% en 2022. Ese sector representa la quinta parte de la población. Por supuesto, admite que la diferencia tiene
que ver con la edad. Los usuarios son de preferencia jóvenes, los no usuarios,
adultos. En el terreno práctico, se puede decir que
quienes lo apoyan a morir son los adultos mayores que reciben una pensión, más,
en especial, los verdaderamente necesitados. Ese es el escenario y esa es la realidad con
que inició el año preelectoral. Los jóvenes no le creen al presidente. El reto
de la oposición es enamorarlos y conquistarlos, aunque las preguntas son: ¿sabe
cómo, tiene con qué y con quién? Empiezan a aburrir las
“Mañaneras” Por otra parte, en la encuesta más reciente de
El Financiero publicada ayer jueves, el resultado reveló que a cinco
años de que se iniciaron las conferencias “Mañaneras” (en 2019), cuando
empezaron teniendo una gran aceptación de 72%, en enero pasado el porcentaje
bajó a 42%, una caída de 30 puntos porcentuales, señal de que cansan cada vez
más, o de plano aburren, lo que lleva implícito una pérdida de interés en lo
que dice, muchas cosas mentiras o verdaderas ocurrencias; que los mexicanos
cada día le creen menos. Quién sabe si fue casual o por el resultado de
esa encuesta que en su mañanera de ayer, al abordar el tema sobre los
aspirantes a sucederlo, dijo que “va a haber continuidad con cambio, el proceso
de transformación va a continuar, estoy seguro, claro, cada quien con su
estilo, a lo mejor ya no van a haber tantas conferencias…”. El seguimiento de las encuestas de ese medio
muestra que la pérdida de interés por sus conferencias ha venido a la baja
desde hace meses. Por ejemplo, en septiembre pasado la aceptación se encontraba
en 51% y en octubre cayó a 46%. Y sube su nivel de
desaprobación Otra cosa que destacan los resultados es que
en enero pasado el nivel de desaprobación que tuvo alcanzó 45%, el más alto en
un año, contra una aprobación de 54%, también una caída drástica en comparación
con el porcentaje de aprobación de 81% que tuvo entre enero y marzo de 2019,
cuando inició su gobierno. La caída llevó a preguntar a El Financiero en
el encabezado de la nota sobre el tema: “Ya no le pagan con amor? (en alusión a
su lema de que ‘Amor con amor se paga’)”. El diario, especializado en finanzas y
economía, apuntó también que la opinión de las y los mexicanos sobre algunos
atributos de López Obrador registraron un cambio para mal entre diciembre y
enero pasados. Por ejemplo, en el tema de la honestidad, la opinión favorable
al tabasqueño pasó de 57 a 52%; la de liderazgo, de 52 a 48%, y la de capacidad
de resultados bajó de 45 a 39%, pero tampoco en el rubro de la economía se
salva: el porcentaje que considera que está mal o muy mal subió de 46 a 52%, y
en lo que se refiere a seguridad pública, la opinión ciudadana es que va para
peor, pues la opinión negativa pasó de 52 a 57%. Quiero terminar bien,
dice; “voy a aprovechar el tiempo que me queda” La caída que registra en la encuesta es el
reflejo del desgaste natural que provoca el ejercicio del poder, máxime cuando
ya va en el quinto año de su gobierno y solo le restan 19 meses en la
presidencia, de lo que está consciente, como lo reflejó en su “mañanera”. “Mire, yo estoy, lo he dicho, cerrando un ciclo, ya estoy por
terminar mi tarea, mi misión, y quiero terminar bien, y me voy a retirar por
completo… entonces yo quiero aprovechar el tiempo que me queda para entregar
buenas cuentas y entregar la estafeta a quien me va a sustituir… Y estoy también convencido que en la
vida no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero. Algunos cometen
errores que se sienten insustituibles, y caen en el extremo del necesariato”. Se advierte que ya está
cansado (¿ya no siente lo duro sino lo tupido?). Cuando le preguntaron si no le
preocupa la cargada (a favor de quien resulte el candidato) no titubeó
en su respuesta: “… qué bueno porque me van a alivianar a mí la carga”. Sin duda, vive ya el inicio
de la pérdida de poder, que se irá acrecentando a medida que pasen los días,
las semanas, los meses. Y, ¿alguien lo duda?, quedarán muchas viudas, muchos
huérfanos, incluidas, incluidos, las, los de Xalapa, las, los de Veracruz.